Piden 4 años a una mujer que engañó a un notario para cambiar el testamento de su pareja ya fallecida

El Fiscal solicita una pena total de cuatro años de cárcel para una mujer acusada de un delito de falsedad y otro de estafa al engañar a un notario haciendo “pasar por vivo” (con la ayuda de otra persona) a su pareja sentimental -fallecido meses antes- para cambiar su testamento.

Según el escrito del Fiscal, al que ha tenido acceso Europa Press, los hechos se remontan a 2014 cuando la acusada mantenía una relación sentimental con otra persona hasta su fallecimiento en junio de ese año.

Tras el fallecimiento de éste, la encausada, “guiada por el ánimo de obtener un ilícito beneficio económico a costa del ajeno patrimonio” integró en el suyo propio, “todos los bienes muebles, inmuebles y cuentas bancarias de la víctima”.

Así las cosas, “simulando que el mismo todavía estaba vivo”, concertó a mediados de agosto de 2014 los servicios de un notario a fin de que se desplazara al domicilio con el pretexto de que la víctima quería otorgar testamento pero “su enfermedad le impedía desplazarse hasta la notaría”, según dijo la acusada.

El notario finalmente accedió al domicilio donde fue recibido por la encausada y otra persona, un varón “cuya identificación no consta” que se hizo pasar por el fallecido, “presentándose postrado en la cama, portando una mascarilla que le tapaba nariz y boca y con un parecido suficiente para provocar en el notario la confusión en la identidad del causante a la vista del DNI de la verdadera víctima”.

Mediante el ardid descrito, el impostor otorgó testamento -en nombre de la víctima- instituyendo hereda en todos sus bienes, acciones y derechos a la encausada. Finalmente, estampó una firma similar a la que figuraba en el DNI y el 1 de septiembre de 2014, la acusada retiró una copia del testamento de la notaría.

Después de ello y, “como quiera que la encausada no disponía de efectivo para hacer frente al impuesto de sucesiones”, la misma ofertó a los cinco hermanos del fallecido “la entrega del caudal relicto a aquellos, a cambio de que cada uno le abonara 1.000 euros a ella”.

Cabe destacar que el 19 de abril de 2000, la víctima había otorgado testamento instituyendo herederos a sus cinco hermanos.

El patrimonio de la víctima, a la hora de su fallecimiento, era de un piso en Logroño, mitad indivisa de una casa en Rabanera de Cameros, mitad del saldo existente en una cuenta bancaria que ascendía a 17.700 euros y un vehículo Seat Ibiza. En total, todo ello estaba valorado en 106.300 euros.

Para el Fiscal estos hechos son constitutivos de un delito de falsedad en documento público por lo que procede imponer la pena de tres años de cárcel a la acusada y otro de estafa por el cual le suma un año más de prisión.