Amorrortu da el triunfo en el derbi

El denominado fútbol no profesional echó a rodar este pasado fin de semana. Calahorra, Haro y SDL, en lo que se refiere a la Segunda B, volvían a vestirse de corto. Bueno, todos, no. El cuadro logroñés, que regresa a la categoría después de seis campañas consecutivas en Tercera, no pudo debutar por el Covid-19. No en vano, el club logroñés anunció hace diez días que hasta 8 integrantes de la plantilla (jugadores y cuerpo técnico) habían dado positivo.

De esta manera, se solicitó el aplazamiento del duelo (la vuelta a los entrenamientos fue escalonada y a lo largo de esta pasada semana) que debían disputar los blanquirrojos en Zaragoza este pasado domingo ante el Ebro. La Española dio el consentimiento y los de Ricardo Moreno tendrán que esperar para disputar el primer partido en esta reestructurada categoría en la que militan 102 clubes divididos en 5 grupos (a su vez fragmentados en subgrupos).

En lo que afecta a la participación riojana, las tres escuadras regionales están encuadradas en el denominado grupo 2B junto a navarros (Mutilvera, Izarra, Tudelano y Osasuna B) y aragoneses (Ebro, Ejea y Tarazona). Diez equipos que pelearán por las tres primeras plazas que dan derecho a la nueva Segunda B Pro que se creará el próximo curso.

Vista la primera jornada, pocas conclusiones se pueden sacar, ya que de los cinco encuentros previstos, además del Ebro-SDL, el choque entre Tarazona y Osasuna B tuvo que aplazarse porque la expedición navarra confirmó varios positivos por Covid-19. El Tudelano del técnico riojano Nacho Martín doblegó 2-0 al Ejea, donde recaló y jugó Miguel (exportero de la UDL) y la Mutilvera venció 1-0 al Izarra. Por último, estaba el derbi entre el Haro y el Calahorra que acogió El Mazo, que además se abrió para que el público -solo los socios riojalteños- pudiera ver el encuentro, que acabó 0-1.

Un partido intenso y decidido por el acierto de los rojillos gracias al gol de Amorrortu en el minuto 73. El encuentro arrancó con equilibrio, con mucho ritmo y con dos conjuntos decididos a dominar la situación. El Haro, donde repite Aitor Calle, parecía más activo por el perfil zurdo, donde Barcina generaba peligro con varios centros (en la segunda parte se activaría más el costado derecho con Calle y Eizmendi). Mientras que el Calahorra, con Diego Martínez al frente, también enseñaba los dientes para que Fermín tuviera que intervenir a los 10 minutos y evitar el primero de los visitantes.

Las acciones a balón parado eran casi la única manera de meter miedo a los rivales, por lo que el juego se enquistó sin que ninguno de los dos estuviera un peldaño por encima del resto, aunque eran los rojillos los que inquietaban algo más, pero sin ocasiones destacadas. Sin embargo, con el paso de los minutos, los jarreros fueron entonándose y terminaron el primer tiempo dominando a su adversario.

Los riojabajeños no encontraban la forma de atosigar a su rival, mientras que los anfitriones parecían más entonados y miraban de frente a Roberto. Aún así, faltaban llegadas a las áreas y continuidad. Eizmendi protagonizaba una buena oportunidad para los locales e incluso Eneko, por partida doble, parecía inclinar el duelo para los suyos. Sin embargo, fue el Calahorra el que más puntería tuvo cuando Amorrortu superaba a Fermín. Los de Aitor Calle se volcarían en el último cuarto de hora, pero sin acierto. Mucho corazón y empuje, pero escasas ocasiones y ya en el tiempo de añadido como un remate de Manjón que se fue alto.

Foto: CD Calahorra