“Los juegos de las niñas les enseñan a estar dentro del hogar, de espaldas a la sociedad”

"Los juegos de las niñas les enseñan a estar dentro del hogar, de espaldas a la sociedad"

Rioja2

0

Faltan referentes femeninos, en las clases de Historia, entre los protagonistas de las películas o entre los deportistas. Ese es el objetivo del Día de las Escritoras, que se celebra el 19 de octubre y que trata de recuperar el legado de las mujeres escritoras y combatir la discriminación que han sufrido a lo largo de la historia.

La escritora Iria Marañón defiende la importancia de esta cuestión y reclama que en las aulas aparezcan las mujeres como referentes de las Ciencias o de las Artes y que se enseñen los logros conseguidos por la lucha feminsta. Así, lo expone en su libro Educar en Feminismo, sobre el que conversa este lunes en la Biblioteca Rafael Azcona.

¿Por qué es importante educar en feminismo?

Creo que es evidente que, aunque el movimiento feminista ha conseguido bastantes avances, aún quedan muchas cosas por conseguir. Es fundamental que las nuevas generaciones tengan muy claro qué es el feminismo y cuáles son los cambios que hay que propiciar para que haya una sociedad verdaderamente feminista y para que realmente la mujer esté liberada y emancipada y haya una igualdad real.

Supongo que defiendes que la educación es la clave para acabar con el machismo, ¿por qué?

Sí, es la clave. Es la única manera de abolir el género y, con ello, de hacer realmente una sociedad feminista. Esto solo se puede hacer desde la infancia. Aunque muchas personas adultas concienciadas puedan hacerlo, es mucho más fácil si educamos desde la infancia en este sentido.

¿Están preparados los padres y los profesores para este cambio en la educación?

No, en absoluto. Es importante que se de formación a todas las personas.

La educación en feminismo también tiene que dirigirse a los que educan.

Efectivamente, ellos son los primeros que deben tener muy claro en qué consiste todo esto de la adopción de género y del feminismo. Es muy importante que, sobre todo las familias, sepan qué significa educar en el feminismo, pero es fundamental que el resto de las personas que están alrededor de los niños y niñas lo sepan también.

“En cuanto a una madre le dicen que va a tener una niña o un niño ya se generan unas expectativas diferentes”

El patriarcado está tan instalado que, supongo, la educación debe incidir en los detalles. ¿Desde dónde podemos empezar a educar en feminismo?

Desde incluso antes de que nazca un bebé, con las expectativas que se tienen con respecto a su sexo. En cuanto a una madre le dicen que va a tener una niña o un niño ya se generan unas expectativas diferentes. Dentro de las familias es importante cómo se construye este género, pero en realidad está toda la sociedad implicada, también está el colegio, las amistades, el entretenimiento, los medios de comunicación, la literatura, las películas… todo está condicionado y todos somos responsables de mandar un mensaje específico. Para empezar a moldear todo esto.

¿Los niños nacen en igualdad? ¿Es la sociedad la que les impone ese machismo?

Efectivamente, un niño y una niña nacen siendo iguales. La desigualdad se crea después a la hora de construir el género de las niñas y de los niños. Es muy importante que sepamos identificar cuáles son esas diferencias, qué estrategia construye el género. No hay cerebros rosas o azules. No son diferentes en cuanto a capacidades, en acceso a la educación, trabajo, etc. Entonces, a la mujer se la discrimina por un constructo social y eso es lo que debemos eliminar.

“Hay muchos mensajes subliminales que van construyendo el género y las desigualdades a través de él”.

¿Cuáles son esas diferencias que se crean?

A las niñas se las educa para ser sumisas y complacientes desde el juego. Cuidar a muñecas, a maquillarse… todos esos juegos están dentro del hogar, en un sitio a espaldas de la sociedad, del espacio público. El espacio público es el que van a conquistar los niños, que juegan a los coches, a superhéroes, a juegos de exploración, que les llevan a salir fuera de casa.

Ahí ya empieza un constructo social muy importante, que les manda un mensaje a las niñas de que su lugar en el mundo está dentro de casa y a los niños de que el suyo no, el suyo está fuera, buscándose la vida tanto para trabajar como para actuar de forma social y política. Ahí empiezan las grandes diferencias.

A partir de ahí, hay muchísimos ejemplos que se pueden poner, desde cómo se marca a las niñas con pendientes. Todo los mensajes que van recibiendo las niñas y los niños por separado por parte de su familia, del colegio, de los medios de comunicación y el entretenimiento van construyendo su género.

Ellas mismas en casa ven cómo se reproducen estos roles de género: su madre está en la cocina, su padre es el que sale. En el colegio, quienes cuidan de ellas son mujeres, pero los referentes en la Historia o los personajes que han destacado en ciencias y en literatura son hombres. Los niños ven que el espacio público, el espacio del conocimiento, está dado a los hombres. Mientras que las mujeres tienen un espacio resignado en el hogar.

Así, a través de muchísimos mensajes subliminales que vamos lanzando día a día, como que “los niños no lloran” o “tiras el balón como una niña”, se va construyendo el género y las desigualdades a través de él. Por eso hay que abolir el género, porque es la herramienta del patriarcado para oprimir a las mujeres y para hacer una división sexual de las personas.

¿Qué políticas públicas se deben impulsar para apostar por la educación feminista?

Para empezar, deben abolirse la prostitución y la pornografía, que eso sea legal y lícito en nuestra sociedad refleja que explotar a las mujeres está normalizado. Por otro lado, hay leyes de identidad de género que quieren salir adelante que si lo hacen tal y como están redactadas pueden ser pasos atrás. Esas son las grandes batallas, porque ahora mismo los vientres de alquiler en España son ilegales, aunque igual se debería ser más contundente.

“No hace falta poner una asignatura de feminismo porque debe ser transversal a todo”

Y en los colegios, ¿apuesta por poner en marcha una asignatura de feminismo o tiene que ser trasversal en todas?

Parecería una buena idea poner una asignatura de feminismo, pero considero que no hace falta porque el feminismo es transversal a todo. Sí considero importante que en determinadas asignaturas se estudie a mujeres que han hecho historia y que en Historia se hable de los logros del movimiento feminista. Eso es lo más importante que habría que impulsar en la educación.

Y aparte de la educación, habría que ser muy conscientes de cómo en los centros educativos se reparten los espacios, sería el currículo oculto. En los recreos los niños ocupan el espacio central y las niñas los espacios laterales y a medida que van avanzando de curso y se van haciendo mayores van teniendo menos espacios las niñas para jugar. En clase los niños intervienen más e interrumpen más a las niñas y los profesores les dan más la palabra a ellos que a ellas. Hay que hacer un análisis importante de todas estas cosas que tenemos completamente asumidas y que ni siquiera nos planteamos. A partir de ahí podríamos empezar a pensar en estar dando una educación en feminismo.

¿Cómo considera que evoluciona la sociedad en la educación hacia el feminismo? ¿Todavía suspendemos?

Parecería que hay avances, pero me preocupa mucho la nueva manera que tienen de educar reforzando los estereotipos de género, con esas identidades de género. Porque esto es contrario completamente a una sociedad igualitaria.

En el momento que estamos reforzando cuando un niño juega con muñecas o baila ya estamos pensando que ese niño puede ser una niña, estamos entrando en un problema. Esto es un problema muy importante y que choca frontalmente con la educación en feminismo, aunque lo llamen feminismo.

Entonces, por un lado pienso que hay avances, pero por otro lado pienso que hay una resistencia importante a eliminar el género y el estereotipo con toda esta corriente que lo que hace es todo lo contrario, perpetuar el género.

Etiquetas
stats