La Plataforma de Pensionistas critica que el modelo de residencias privadas provoca servicios precarios

La Plataforma por la Defensa de la Pensiones de La Rioja ha presentado un informe sobre la situación en las residencias de mayores de La Rioja, coincidiendo con el Día Internacional del Mayor que se conmemora este 1 de octubre.

Han indicado que en La Rioja hay 3200 plazas en 32 residencias, de las cuales siete pertenecen al Gobierno y de ellas, solo en dos se ejerce la gestión en primera persona, Los Manitos de Calahorra y la residencia de Lardero. Dos residencias son de titularidad municipal, San Lázaro de Calahorra y Yerga en Autol.

Los conciertos suscritos con diversas entidades privadas hacen que haya 1711 plazas integradas en el Sistema Público, suponiendo estas el 53 por ciento del total. “Denunciamos que las privatizaciones de las residencias públicas están llevando al servicio a la precarización”, han dicho desde la plataforma de pensionistas, que también ha subrayado que el copago es alto. “Son centros de negocio, centros de muerte en soledad”, han considerado.

Han criticado la mala alimentación de los centros y los ratios de personas y cuidadores son claramente insuficientes. También denuncian la infrafinanciación crónica de la dependencia y la entrada de fondos buitre en el sector.

Según los pensionistas, los residentes han estado “abandonados” durante la pandemia y consideran que ha puesto de manifiesto “la necesidad de de ir hacia un modelo de residencias adaptado al S.XXI, adaptado a las personas”.

Reclaman que no se destine ni un euro público al sector privado, que aumente la oferta pública de residencias para mayores, también piden que la sociedad civil se implique. “Debemos exigir transparencia económica sobre los ingresos, gastos e inversiones, para intentar prevenir el lucro desmesurado en detrimento de la calidad de los servicios prestados”, han defendido. Piden también que los centros cuenten con un órgano consultivo de familiares.

“El modelo que defendemos es el modelo sueco, se trata de un modelo de servicios totalmente públicos, bien financiados con cargo a los presupuestos del Estado”, que han apoyado el modelo de “envejecer en casa” con unos servicios de atención domiciliaria de calidad y bien financiados.