La SDL regresa a Segunda B

25 de julio de 2020 07:59h

La SDL regresa a la Segunda B. Lo hace 6 temporadas después y bajo un formato inédito hasta el momento, una fase final entre los cuatro mejores del grupo riojano. Tras dejar en el camino al Arnedo, sólo le faltaba el escollo del Varea, con el cual le valía el empate por su condición de líder. Con eso fue suficiente para retornar a la división de bronce y acompañar a Haro y Calahorra (últimos ganadores del grupo XVI). En este sentido, el gol de Achi al filo del descanso en una contra sirvió para que, con Albert Aguilá al mando técnico, los blanquirrojos lograran un objetivo que no han podido conquistar en las últimas campañas, donde el ‘play off’ se les atragantaba.

Y eso que hasta la pausa de hidratación se veía más suelto al Varea. La SDL parecía agarrotada. Ni Lacruz ni Diego Esteban entraban en contacto con el cuero. Mucho menos Achi e Imanol. Mientras que Emilio y Javito bastante tenían con la labor de contención. Todo porque Chimbo, Dani Suárez y Cordovín estaban más activos y porque Medrano y Madalín apretaban para favorecer un partido más físico e intenso que de pausa, que indudablemente le favorecía más al cuadro blanquirrojo.

El partido arrancó con ritmo, con el que quería imponer un Varea que sabía que sólo le valía el triunfo para ascender. Por eso estuvo más incisivo en los primeros compases. Tanto que Chimbo dibujó una diagonal de lujo para que Dani Suárez marcara. Le había cogido la espalda a Miguel y gozó de tiempo suficiente para pensar. Puso el interior y la bola se le marchó arriba. Manos a la cabeza y a pensar en la siguiente acción. La contienda estaba tensa. Había roces. Emilio con Rubén Pérez, Madalín con Lacruz, Ledo con Cordovín… vaya, lo esperado.

Chimbo recortaba y buscaba el gol. Se le fue por poco. Apenas un cuarto de hora para comprobar que los de Albert Aguilá, pese a no sufrir, no se sentían plenamente a gusto sobre el césped. El tiempo iba pasando sin novedades. Hasta tres saques de esquina seguidos para los blanquirrojos para meter algo de presión a Benji, pero con poco miedo. La SDL no le podía dar tranquilidad al juego porque el Varea no le dejaba, era pegajoso y además estaba más lúcido en las segundas jugadas.

Pero la pausa de hidratación lo sentó mejor a la SDL. Más allá de que Pinilla buscara la sorpresa desde su campo, sin fortuna, Emilio y Javito se incrustaban entre los centrales para dar continuidad y facilitar la salida del balón. El conjunto de la barriada reculó un poco porque los logroñeses tampoco profundizaban con peligro. El choque se acercaba al descanso y las tablas hasta se daban por buenas, sin embargo en un saque de banda a favor del Varea en campo de la SDL se fabricó una contra letal que cambió el devenir de esta final. Emilio condujo con celeridad, eligió con criterio el momento de abrir a la izquierda tras el desmarque hacia dentro de Imanol para que Achi, a la carrera, amortiguara la pelota para dejársela franca para con el interior colocarla son sutileza en la escuadra. Impecable.

Pero el Varea, armado de valor, tuvo empuje para que Rubén Pérez rematara de cabeza en un centro lateral. Es más, los jugadores arlequinados -en Las Gaunas, con la segunda equipación- fueron enrabietados hacia el árbitro para apuntarle que el esférico impactó en Ledo (en las imágenes no se aprecia tal hecho, es más el capitán incluso mueve los brazos para evitar el contacto).

Con el tanto a favor, la SDL volvió a mostrar la cara del comienzo del duelo, es decir, dejarse llevar. Cuestión que aprovechó Cordovín para anticiparse en el área y rematar de cabeza un envío desde el perfil diestro que volvía a poner al Varea a un tanto del ascenso. Nueva vuelta de tuerca porque los de Jorge Ochoa no persistieron y permitieron que su rival se levantara del golpe, es decir las tablas.

Emilio y Javito recuperaron el mando, Lacruz aparecía para dar paz a los suyos, mientras que el Varea estaba más impreciso. Cierto que voluntarioso, pero sin la pegada para intimidar a Benji. Por si fuera poco, Imanol estuvo a punto de nublar al segundo clasificado del grupo XVI con una volea que tambaleó la portería del exmeta blanquirrojo después de golpear en el larguero. Toledo y Naceur podían dar verticalidad a los suyos, mientras que Ache buscaba el desequilibrio. Movimientos que favorecían el dominio de los de Albert Aguilá, más centrados ahora.

El Varea apelaba a las acciones a balón parado, aunque no generó ni una ocasión más. Por su parte, la SDL enfrió el encuentro y acabó los últimos minutos con tres centrales con la clara intención de hacerse fuerte en el juego aéreo ante los envíos postreros de los chicos de Jorge Ochoa, que no disfrutaran de esa oportunidad con la que pensar en el ascenso. Seguro que lo intentan la próxima campaña.