La Capilla Sixtina de La Rioja, una joya en el pueblo del ajo huevo

La Capilla Sixtina de La Rioja, una joya en el pueblo del ajo huevo

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Cuando crees que ya lo has visto todo en La Rioja, de repente, descubres una joya oculta. Está en Cornago y es uno de esos lugares en los que la calma y la historia transmiten una sensación especial. Se trata de la capilla de La Soledad, dentro del conjunto eclesiástico de la iglesia de San Pedro, conocida popularmente como “la Capilla Sixtina de La Rioja”.

El templo, construido entre los siglos XV y XVI, alberga la capilla, de planta cuadrangular coronada por una cúpula. Al entrar en este espacio único nos saluda un impresionante retablo cubierto de pan de oro. A pesar de su majestuosidad, no es esta la joya de la capilla. La Soledad recibe su apelativo de “Capilla Sixtina” de las pinturas murales con representaciones iconográficas que cubren todos sus muros (paredes, cúpula y pechinas) tal como sucede en el Vaticano.

En el impresionante mural aparecen representadas varias escenas de la pasión de Cristo, desde la última cena hasta el Camino del Calvario o la crucifixión. Otra gran similitud con la Capilla Sixtina se encuentra en la escena a cielo abierto en la que varios ángeles rodean revoloteando a la figura de Cristo resucitado.

La pintura recubre cada milímetro de este lugar y es que, los lugares que no cuentan con murales, están totalmente cubiertos con pinturas sobre lienzo y pinturas al temple. Estas últimas hacen imitaciones de elementos arquitectónicos, mármoles, guirnaldas, lazos, cintas, jaspes y otros elementos decorativos.

La visita a la capilla de La Soledad de Cornago, la Capilla Sixtina de La Rioja, cuesta un euro y puede realizarse durante todo el año. Una buena fecha para acudir a este lugar es la Semana Santa, cuando se celebra la Pasión de Cornago con sus particulares personajes: los Ayones, el Cirineo, el Pendolero...

La historia de este lugar está repleta de reconstrucciones. En 1834 se tuvo que rehacer la cúpula por completo ya que estaba casi en ruinas. Unos 50 años después, a finales del siglo XIX, se instaló la puerta y la verja de acceso a la capilla desde el interior del templo. Ya en 1962 se sustituyó todo el suelo original de alabastro y pizarra de las canteras de Quel por terrazo. Todavía quedan restos del material original en las gradas del presbiterio.

En 1986, el arquitecto Gerardo Cuadra diseñó un cupulín que se construyó aprovechado las obras de retejado de todo el conjunto del templo, que incluyó también el tejado de la capilla.

Gastronomía:

Cornago cuenta con un plato tradicional propio que suele degustarse especialmente durante la Semana Santa, aunque es un manjar digno de ser degustado durante todo el año: el Ajo huevo. Está elaborado a base de miga de pan, ajo, perejil, huevos y pimientos choriceros y acompañado de bacalao.

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