La feria podría volver en San Mateo aunque las fiestas no se mantuvieran

La feria podría volver en San Mateo aunque las fiestas no se mantuvieran

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La reanudación de las ferias no aparece en ninguna de las fases de la desescalada, por lo que los feriantes llevan meses observando, con inquietud y preocupación, cómo se iban suspendiendo la ferias de toda España.

La Asociación de Industriales Feriantes de la Rioja se ha reunido este sábado con el concejal de Festejos del Ayuntamiento de Logroño para tratar de buscar soluciones para la reanudación de este sector. La feria de San Bernabé queda oficialmente suspendida, aunque prevesiblemente en San Mateo sí podrá instalarse.

“El concejal nos ha transmitido que San Mateo no se ha descartado y las contrataciones siguen adelante, mientras mantienen contacto con otras cieudades que tienen fiestas en las mismas fechas”, explica Pedro Arnedo, secretario de la asociación.

“También se ha prestado a que pueda montarse la feria al margen de que las fiestas se celebren o no”, ha avanzado este feriante, agradeciendo la disposición del ayuntamiento, que también les ha transmitido que la feria podría alargarse más de lo habitual. Otra de las propuestas que le ha ofrecido el ayuntamiento, siempre de cara a septiembre, es la instalación de la feria en distintos puntos de Logroño “siempre con medidas preventivas y protocolos de aforo e higiene”, insiste Pedro Arnedo.

En este sentido, han acordado que presentarán un protocolo y también esperan reunirse con el Gobierno de La Rioja. “Hay que empezar a moverse, queremos empezar a funcionar”, pide este feriante.

La apertura de parques temáticos está prevista para la fase 3 de la desescalada, por eso plantean que las ferias puedan abrir también a partir de julio con parecidas medidas preventivas como el control de aforo, aunque “ya sabemos que no va a ser una feria viva”.

Desde octubre sin ferias

La situación de los feriantes es especialmente preocupante, ya que la temporada se reanuda en marzo, aproximadamente cuando se decretó el estado de alarma, y están parados desde octubre, que es cuando termina la temporada. “Si la feria no funciona este verano y no vuelve hasta el próximo marzo sería un año y medio de cese de la actividad”, subraya este feriante, que define esta situación como “agobiante”.

“Muchos compañeros habían empezado a realizar gastos en enero, para seguros, mantenimiento e incluso nuevas atracciones”, señala Pedro Arnedo. Por eso, “ha sido un alivio oír que en Ayuntamiento mantienen la postura de dejarnos trabajar y poder funcionar aunque no haya fiestas”, agradece el portavoz de los feriantes riojanos.

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