“La educación concertada en La Rioja ha crecido a costa de la pública”

"La educación concertada en La Rioja ha crecido a costa de la pública"

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El coronavirus trae de cabeza a docentes, alumnos y familias. ¿Qué pueden hacer los padres que trabajan con los niños? ¿Cómo va a ser la vuelta al cole? ¿Seguirá la educación a distancia? De momento, La Rioja ha entrado en fase 2 y ello conllevará la reapertura de los colegios este martes, pero con una vuelta a la presencialidad progresiva y muy moderada. Supondrá también un ensayo para lo que viene: escuela de verano y 'nueva normalidad educativa' a partir de septiembre. El consejero de Educación, Luis Cacho, ha tratado de arrojar algo de luz sobre todas estas cuestiones, sin pasar de largo por la otra polémica de su consejería: las ratios de la educación concertada.

El día 26 algunos alumnos podrán volver voluntariamente a las aulas. La vuelta también es voluntaria para los docentes. ¿Qué pasa si hay alumnos que necesitan volver y no hay profesores?

Hemos respetado la voluntariedad tanto por parte de los docentes como de los alumnos, no habrá una vuelta a la presencialidad generalizada, normalizada ni obligatoria. Va a depender de cada centro, que citarán a los alumnos que necesiten actividades de refuerzo o a aquellos con retos exigentes de tipo académico en cursos terminales. Va a ser cada centro el que decida a qué alumnado invita, con qué intensidad... Se ha escuchado a la comunidad educativa, han sido los directores, los padres y los sindicatos los que han expresado esta voluntad.

Por lo tanto, no puede darse el caso de que haya alumnos y no profesores, porque la actividad es propuesta por el docente, depende de que el docente quiera o no quiera acudir, aunque el centro también podría organizar acividades comunes para varios grupos. Si solo vuelve uno por clase, por ejemplo, se podrían realizar agrupaciones de varios grupos y tutorizaciones conjuntas.

¿Qué pueden hacer los padres que tienen que acudir a trabajar y no tienen dónde dejar a sus hijos?

En cada familia y en cada caso habrá unas posibilidades u otras. El dilema entre seguridad sanitaria y conciliación laboral debe ser resuelto en favor de la primera. Ha habido un periodo de tiempo en el que este debate ha estado en la opinión pública, hasta que los expertos han dicho que no es posible garantizar la seguridad, sobre todo en los entornos de educación infantil y edades tempranas, que son focos de muy fácil transmisión.

Las familias tienen que afrontar una situación difícil: la vuelta al trabajo sin tener la solución del colegio disponible. Es un problema básicamente laboral, no es un problema educativo. Ya hay un marco legal que permite flexibilidad de jornada, de horarios, los trabajadores pueden teletrabajar si es posible, pueden solicitar a la empresa la adaptación de su puesto de trabajo, pueden solicitar flexiblidad de horarios y de jornada, pueden reducirla voluntariamente y existe la posibilidad de encontrar soluciones como buscar cuidadores. Ese coste de contratación sí que podrá ser totalmente o parcialmente compensado económicamente el próximo curso y desde la Dirección General de Empleo estamos diseñando varias convocatorias para ello.

Ahora será necesario aumentar la limpieza de los centros. ¿Se va a reforzar el personal de limpieza?

Ha sido uno de los puntos incluidos el pacto firmado con los sindicatos: no sólo reforzar el personal de limpieza sino también reforzar las plantillas en los centros. Una vez que se estudie el plan de contingencia, veremos que perfiles necesitamos reforzar. Hará falta algún tipo de refuerzo, lo que no hay que confundir con duplicar las plantillas de profesores. Habrá que ampliar los turnos de limpieza y también será necesario más personal no docente de vigilancia, para controlar las entradas y salidas.

¿Se van a ampliar también las plantillas docentes? ¿Se ha pensado estabilizar plantillas para no perder esa relación profesor/alumno, ahora que aumentará la educación a distancia?

Hace poco ha habido un proceso de consolidación de plantilla, pero esto no tiene relación con el cambio organizacional. Esperemos que no implique cambios estructurales en el largo plazo en la plantilla ni en la estructura de horas lectivas. Compaginar la educación a distancia con la misma plantilla quiere decir que algo hay que cambiar. La estructura de horarios lectivos se mantendrá aproximadamente, pero no estrictamente. ¿Qué ocurre cuando un profesor tiene que compaginar la educación presencial y la educación a distancia? Que tiene que repartir su horario entre actividades a distancia y actividades lectivas. Todo eso modifica el tiempo de dedicación a las distintas tareas, no se debería trabajar más horas, sino que habrá que cambiar el tipo de actividad, posiblemente con más dedicación a la tutorización individual, más dedicación con alumnos con dificultades a distancia. Esto tiene una dificultad para el docente: simultanear, pero hay otras formas más sencillas, más simples: hacer agrupaciones presenciales y a distancia alternativas o sucesorias, por ejemplo.

Además, tiene que haber ratios muy bajas, entre 10 y 15 alumnos, con protocolos de entrada y salida escalonados, y no se van a poder usar algunos espacios dentro del centro, habrá que minimizar los recreos y los espacios comunes.

¿Se salvará la brecha digital? ¿El próximo curso todos los alumnos podrán contar con medios para garantizar su aprendizaje en las mismas condiciones?

El cambio fue tan brusco que hubo una parte importante del alumnado que no pudo seguir las clases a distancia. Aproximadamente un tercio del alumnado o no tenía conexión a internet, o no contaba con un dispositivo, o sí contaba con él pero no tenía disponibilidad temporal porque tenía que compartirlo. En el momento de crecimiento de la pandemia, la salida de los centros dejó la base de tecnología implantada, con 4.000 tablets pero que no servían para alumnos q no tienen internet en casa. Hicimos una compra y se repartieron, al principio de forma lenta y prudente, 4.000 tablet y 500 portátiles, que ya están en posesión de los alumnos y les permiten seguir la educación a distancia. Después se han comprado más de 1.000 tablets más con capacidad 4G. Tenemos ya una cobertura del 75% de todo este colectivo y en una nueva ronda esperamos cubrirlo totalmente. Desde 4º de Primaria todos los alumnos tienen dispositivo personal, propio o cedido por la administración. Ha sido la intervención de mayor cobertura de la brecha digital en España.

De cara al próximo curso, ¿se ha pensado en unificar las plataformas digitales para facilitar el trabajo a alumnado y progenitores?

El problema ocurre cuando al mismo alumno se le induce a utilizar más de una plataforma por colegio. Es un problema de centro. No se trata de que la Consejería dicte cuál es la que se puede utilizar. Se va a procurar que en cada centro sólo se trabaje con una, también para que el profesorado tenga estabilidad.

¿Existe la posibilidad de que los docentes tengan que trabajar en la escuela de verano durante el mes de julio?

El calendario laboral de los funcionarios docentes acaba el 31 de julio y tienen agosto como vacaciones. El mes de julio está previsto para el desarrollo del plan de contingencia y también hay que hacer una adaptación curricular de lo que no se ha dado este final de curso y que va a haber que integrar. Va a haber mucho trabajo de tipo pedagógico y de diseño, con lo que no está contemplado que realicen tareas para la escuela de verano. Se les pedirá colaboración a nivel de coordinación y consultas de carácter tutorial para los los alumnos que deseen hacer actividades de refuerzo.

En julio habrá una contratación adicional de otros colectivos, fundamentalmente de la bolsa de interinos, pero también de empresas y de organizaciones sin ánimo de lucro, para desarrollar esa escuela de verano.

¿Esas contrataciones serán realizadas por la Consejería o por los ayuntamientos? ¿Habrá partidas estandarizadas para ello por centro, por municipio o por número de alumnos?

Se está estudiando todo eso, hay varios modelos. Pueden ser compatibles, puede haber contratación directa por la Consejería o por organismos intermedios como empresas de actividades extraescolares, ayuntamientos... Siempre con las limitaciones que nos imponga la situación sanitaria, que puede ser limitante, por ejemplo, para la actividad deportiva....

Es pronto para dar cifras y presupuestos. Se van a utilizar las estructuras públicas y se realizará un esfuerzo económico con un presupuesto extraordinario y con financiación adicional nacional y europea.

La escuela concertada está en pie de guerra y piden su dimisión por la modificación de las ratios.

No hay una posición ideológica contra la concertada, sino un proceso que está marcado en la ley y en la normativa. Un repaso a las cifras ha dejado en evidencia que en la última década el presupuesto general de Educación ha estado prácticamente congelado, sólo ha aumentado en 9,2 millones. Sin embargo, la educación concertada pasó de 42,4 a 55,2, doce millones más.

¿Cómo puede crecer la concertada más que toda la Educación? Lo ha hecho a costa de la educación pública. La política de todo el gobierno anterior ha sido favorecer la educación concertada a costa de la pública. Las unidades concertadas han crecido en diez unidades y las públicas han decrecido en 15. El sumatorio son 25 unidades, lo que explica esos 3,6 millones de prespuesto anual que ha recortado la concertada a la pública.

Aunque la media total de la concertada sea muy parecida a la de la pública, hay muchas unidades concertadas muy poco ocupadas, por debajo de la ratio media pública, que se sitúa en 21 en educación infantil, mientras que hay unidades concertadas con once o doce alumnos. Es como comprar un producto y verlo medio vacío, hay que considerar que las unidades concertadas se conciertan en conjunto, con lo que estamos pagando el doble por algunas unidades concertadas. De las 600 unidades, hay unas 90 por debajo de la ratio medio pública. No se trata de reducir 90, porque son necesarias, sólo hemos propuesta suprimir diez y crear tres. El balance es de siete menos, hay una bajada demográfica generalizada que lo permite, se reducen plazas vacantes, pero el alumno escolarizado en centros concertados tiene garantizada su plaza en ese centro.

Si hubiera un crecimiento, se crearían más. Creemos que no es que la supresión de estas siete unidades (es un proceso abierto a alegaciones de los centros) va a ser perfectamente absorbible y no va a suponer ningún problema para el sistema concertado. Un año les tocará a unos centros, otro año a otros...

No se ha manipulado ninguna ratio, hemos suprimido la ratio mínima concertada, un elemento discrecional inventado por el PP y no sostenido por la normativa, las ratios que hemos publicado son las reales del sistema público.

¿Qué pasaría si en el proceso de escolarización hubiera una alta demanda en centros con unidades suprimidas?

Pues probablemente el próximo curso se crearía una unidad más. Si ofertamos a la comunidad una unidad y no llega a la ratio y tenemos que suprimirla, creamos un problema, hemos generado una expectativa y esas familias se tienen que reubicar. Lo óptimo es hacer la modificación antes de la oferta para que las familias lo sepan y la asignación de plazas se haga conforme a la estructura razonable.

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