Las excusas más delirantes para saltarse el confinamiento en La Rioja

En este confinamiento, La Rioja ha protagonizado unas cuantas noticias “de alcance” y no sólo por la incidencia del coronavirus en la región. En más de una ocasión, las ocurrencias de algunos ciudadanos de esta comunidad han llegado a ser incluso noticia nacional. Ha habido prácticamente de todo. La Policía se ha encontrado con las causas más esperpénticas para saltarse el confinamiento.

A lo largo de las últimas semanas vimos como un ciudadano de Logroño era sancionado por salir a pasear a sus peces, a los que acababa de recoger de casa de su hermana. La Policía le encontró, pecera en mano, en pleno centro de la ciudad. En ese mismo parte policial aparecían dos personas que compartían coche porque una iba a por el pan y otra a por gominolas, o una mujer paseando a un conejo también en el centro de Logroño.

Siguiendo con historias insólitas de animales, ha habido también quien ha sido sancionado por salir a dar de comer a los ratones en la calle Eibar de Logroño. Ha habido sanciones por realizar carreras de coches e incluso por celebrar bodas con fiestas de diez personas en el periodo más duro del confinamiento.

Algunos han tratado de evitar la sanción llegando incluso a esconderse en el maletero de su coche. Un hombre aseguró que se dirigía solo a su huerto pero, al abrir el maletero, los agentes encontraron a su esposa oculta bajo la ropa.

Otro vecino con “suerte” fue el joven que se quedó atrapado en un ascensor y, cuando fueron a rescatarle, descubrieron que no era la casa en la que vivía sino que había ido a visitar a un amigo.

No ha sido el único que se ha encontrado con una sanción después de ser rescatado. Le ocurrió a un joven de Autol que se quedó con su vehículo todoterreno en medio del río Cidacos. Tras ser auxiliado por los agentes del SEPRONA, no puedo justificar su desplazamiento, por lo que fue multado.

En Autol sucedió tuvo lugar también otra de las sanciones más llamativas, en esta ocasión múltiple. Un grupo de personas decidió saltarse el confinamiento para celebrar la Semana Santa de una forma un tanto especial: creando su propia banda de música en un parque de la localidad, eso sí, cada uno en una esquina. La hazaña fue grabada por varios vecinos y acabó saliéndoles cara.

Los ha habido reincidentes. Un logroñés fue encarcelado por saltarse hasta 16 veces el confinamiento y otro detenido por robar en una empresa de la ciudad tras saltarse cinco veces la norma. Ha habido también varias detenciones por traficar con droga durante el confinamiento.

En Rincón de Soto un vecino fue sancionado por salir a la calle a torerar un carretón a ritmo de Chayanne, ataviado con el traje de luces y con paseillo incluido. La única excusa que se le ocurrió poner es que sus vecinos le habían animado a hacerlo.

Este mismo lunes conocíamos la sanción a un grupo de siete personas por celebrar una fiesta en el interior de un local en el centro de Logroño. No son los únicos que no han sabido controlar sus ansias de juerga. Las sanciones por celebrar fiestas se han sucedido durante toda la cuarentena. Una de las mas sonadas es la que tuvo como protagonistas a un grupo de jóvenes de Casalarreina que se grabaron además en plena celebración, consumiendo drogas, y lo subieron a las redes sociales. También a principios de mayo fueron denunciadas varias personas por celebrar una fiesta en una vivienda dedicada a la prostitución.

También se han impuesto varias sanciones a personas infectadas de coronavirus que han tratado de huir de centros sanitarios. La última, una vecina con posible coronavirus que decidió salir del centro de salud de Calahorra en el que la estaban tratando para ir a tomarse un café.

En definitiva, en estas semanas de confinamiento hemos visto pasear por La Rioja casi de todo. Incluso la muerte, guadaña en mano, se daba una vuelta este fin de semana por Haro. Esta, eso sí, cumpliendo con las normas.