Aislamiento insostenible por una vecina con síndrome de Diógenes

En una comunidad de la calle Gonzalo de Berceo, cerca de Gran Vía, la cuarentena por el coronavirus se está haciendo especialmente difícil de llevar. Y es que desde hace tiempo, como ha relatado una vecina a Rioja2, tienen un problema de salubridad por una vecina que acumula basura en su casa, lo que, desde luego, no contribuye a llevar el aislamiento lo mejor posible.

Los vecinos la han denunciado a la Policía municipal, que, como han asegurado fuentes municipales han dado trasladado del asunto a Servicios Sociales para que lleve a cabo algún tipo de actuación con esta mujer, que posiblemente padece síndrome de Diógenes. Un proceso que, nos advierten, suele ser muy lento y complicado.

Mientras tanto, los vecinos denuncian que “la situación ha empeorado en las últimas 48 horas, el olor inunda toda la escalera del edificio y el patio interior (a pesar de que el piso de esta persona no da al mismo), los vecinos no podemos abrir las ventanas para ventilar las casas porque el hedor se mete en el interior. En el caso de los vecinos más próximos a su vivienda, ni siquiera pueden abrir las ventanas que dan a la fachada exterior porque ese mismo olor sale de su balcón”.

“Nos parece increíble que, desde las administraciones se esté haciendo especial hincapié en la importancia de adoptar medidas correctas de higiene, y sin embargo no puedan actuar para poner freno a una situación que está generando un importante riesgo para la salud, no solo para los vecinos de esta comunidad, sino extensiva a toda la ciudad”.

Y es que esta persona, según los vecinos, “está haciendo caso omiso a las medidas que establece el Real Decreto del Estado de Alarma, haciéndose valer de sus mascotas para recorrer Logroño buscando en distintos contenedores, recogiendo basura y repartiéndola por los distintos locales y pisos que tiene en el municipio. La descripción es inconfundible: mujer mayor, uno o varios perros y un carro de la compra que desprende un olor nauseabundo, incluso tiene establecidos horarios y recorridos. ¿Cómo es posible que la policía no sea capaz de identificarla?”, se preguntan.