Calahorra mantendrá el torreón y la fachada del cuartel de la Guardia Civil
El Ayuntamiento de Calahorra y la Asociación Amigos de la Historia han acordado mantener el torreón y la fachada de la calle Bebricio del cuartel de la Guardia Civil de Calahorra. La ubicación de esta parte del edificio es compatible con el desarrollo previsto y acordado por los grupos municipales en la revisión del Plan General Municipal que se está tramitando.
A la reunión han asistido la alcaldesa de Calahorra, Elisa Garrido, la concejala de urbanismo, Rebeca Sáenz y el primer teniente de alcalde, Esteban Martínez, y por parte de la Asociación Amigos de la Historia, José Luis Cinca, Rosa González, Mari Ángeles Ortega y Begoña Vea.
Se han mostrado los cuatro informes técnicos de varios arquitectos tanto del propio Ayuntamiento como externos que justifican la ruina del edificio y “certifican con argumentos técnicos la total ausencia de valores arquitectónicos del mismo”, ha explicado el ayuntamiento.
El consistorio ha mostrado un estudio que refleja que la hipotética restauración de la casa cuartel supondría una inversión económica superior a los 3 millones de euros, “algo que hipotecaría al Ayuntamiento durante años”, añaden.
El Ayuntamiento de Calahorra considera que el edificio en su conjunto no merece protección alguna, pero que pese a ello, es posible el mantenimiento de algunos elementos, que se preservarían en el tiempo para integrarlos en la remodelación de toda la manzana.
Desde Calahorra apuntan que la solución acordada conserva la parte más significativa e interesante del edificio y no hipotecar el centro de la ciudad conservando unas viviendas que no carecen de interés ni sentido ninguno y dotando a la ciudad de unos necesarios aparcamientos subterráneos y un parque abierto al disfrute de la ciudadanía.
Tanto desde la Asociación de Amigos de la Historia de Calahorra, como desde el Ayuntamiento, se ha coincidido en considerar innecesaria la conservación integral del edificio, y en la ausencia de interés del bloque de viviendas, y que “su preservación, aparte de ser ruinosa, impediría el necesario desarrollo urbano de esa parte de la ciudad”.
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