Las mujeres riojanas están más formadas, pero ocupan puestos peor remunerados

El Instituto de Estadística de La Rioja ha elaborado el Informe Mujeres y Hombres en La Rioja 2019, un análisis que no se realizaba desde el año 2011. Además, el Instituto de Estadística ha incorporado el Indicador de Igualdad de Género, una publicación efectuada por primera vez en nuestra Comunidad.

El Informe Mujeres y Hombres en La Rioja se estructura en secciones relacionadas con la población y condiciones de vida, el mercado laboral, la salud y los servicios sociales, la educación, seguridad y justicia y ciencia y tecnología. Además, introduce un análisis sobre los órganos de Gobierno y refleja por primera vez las conclusiones relativas al indicador de igualdad de género.

Entre otros datos de interés, el estudio pone de manifiesto que la gran mayoría de los hogares monoparentales está formado por una madre y sus hijos; un 81,3 por ciento frente a un 18,7 por ciento de los casos de un padre con sus vástagos. En cuanto a la edad de emancipación, las mujeres se independizan antes que los hombres –el 14,4 por ciento de los varones que comparte domicilio con sus padres tiene entre 25 y 34 años, un porcentaje dos décimas superior al de las mujeres-.

El informe también apunta a una fuerte subida del riesgo de pobreza, tanto para hombres como para mujeres, producida tras varios años de descensos; y en todo el periodo analizado el riesgo de pobreza de las mujeres ha superado al de los varones, salvo en 2014, año en el que se produjo la situación contraria y en 2018, año en el que se ha igualado para ambos -16,6 por ciento-.

Mercado laboral

El Informe Mujeres y Hombres en La Rioja muestra que la tasa de paro para los varones riojanos entre 16 y 64 años ha estado por debajo de la femenina desde el año 2010, salvo en 2019, año en el que la superó por 3 décimas.

En materia salarial, la brecha entre ambos sexos se situaba en 2017 -último año de referencia- en 5.467 euros al año y se daba en todas las categorías. Esta divergencia salarial es fruto de la diferencia en los puestos que ocupan hombres y mujeres, y también se debe al hecho de que éstas soportan más jornadas parciales (8 de cada 10 ocupados con jornada parcial son mujeres) y mayor temporalidad, una circunstancia que se ha ido equilibrando en los últimos años, si bien la falta de estabilidad laboral afectó, de nuevo, en mayor medida a la mujer.

El informe también confirma que esta brecha salarial tiene su reflejo en las pensiones, fundamentalmente en las contributivas. Y es que en cuanto al importe de las pensiones medias también se evidencia una importante brecha por género, que se acentúa en las pensiones de jubilación, en las que la media masculina se encuentra 437 euros mensuales por encima de la pensión femenina.

La presencia de mujeres en los escalones superiores de la carrera y en los puestos de decisión tampoco ha avanzado en estos últimos años a una velocidad proporcional al número de mujeres capacitadas para acceder a estos puestos.

En este sentido, sólo un 33,4 por ciento de los directores y gerentes son mujeres, frente al 66,6 por ciento de varones. Todo a pesar de que, entre las mujeres ocupadas el 47,6 por ciento cuenta con nivel de educación superior, variable que se queda en el 35,1 por ciento para los hombres.

El informe revela también una gran diferencia de género el cuidado de personas dependientes, ya que las mujeres siguen asumiendo esta atención mayoritariamente. Así, en el año 2018 las mujeres asumieron el 96,7 por ciento de las excedencias por cuidado de hijos y el 84,7 por ciento de las excedencias por cuidado familiar.

En materia de seguridad y justicia, el estudio refleja que en 2018 se registraron en La Rioja 331 víctimas de violencia de género y 326 denunciados, lo que supone 106 víctimas más y 101 denunciados más que en el año anterior. Un dato que debe interpretarse con cautela puesto que no se puede inferir un incremento directo de la violencia de género, sino que puede ser fruto de una mayor sensibilidad de la población hacia la violencia de género dotándola de mayor visibilidad. En cualquier caso la prevención y sensibilización es una herramienta clave para la erradicación de la violencia de género.

En cuanto a Condiciones de vida, la publicación confirma que las mujeres en nuestra Comunidad Autónoma tienen una esperanza de vida 5,5 años por encima de la expectativa de los hombres, si bien las mujeres consideran que su salud es ligeramente peor. No obstante, y en relación a los determinantes de la salud como el sobrepeso, un 49,3 por ciento de los varones presenta sobrepeso, algo que solo afecta al 26,3 por ciento de las mujeres.

En cuanto a los órganos de Gobierno, el informe desvela que hay una paridad entre hombres y mujeres tanto de representación en el Congreso y el Senado, como en el Parlamento regional. En el caso del Gobierno de La Rioja, el Consejo de Gobierno consta de 5 hombres y 5 mujeres, mientras que, en el resto de altos cargos, la representación femenina es superior -26 hombres frente a 32 mujeres-.

Además, en la administración regional –que supone la mayor parte del personal funcionario de La Rioja- 7 de cada 10 empleados públicos, son mujeres.

El único ámbito con su representación claramente masculinizada es el municipal, donde hay 141 alcaldes y 33 alcaldesas.

Indicador de Igualdad de Género

Junto a la recuperación del informe Mujeres y Hombres, el Instituto de Estadística de La Rioja ha elaborado por primera vez el Indicador de Igualdad de Género, que es fruto del estudio agrupado de 6 dimensiones diferentes: trabajo, dinero, conocimiento, tiempo, poder y salud. Además, compara la situación en La Rioja con la media nacional y la media europea.

En este sentido, en el año 2019 el índice de igualdad de género alcanzó en La Rioja los 71,1 puntos. Si bien la igualdad plena se encuentra a 29 puntos de diferencia, el índice obtenido para nuestra Comunidad es un punto superior al de España y 3,7 puntos por encima del valor europeo.

Entre 2013 y 2019, la evolución del índice de igualdad de género ha sido positiva y ha mejorado en 4 puntos y medio. No obstante, la cifra también pone de manifiesto la lentitud con la que se avanza hacia la igualdad de género.

Tanto el Informe como el Indicador de Igualdad de Género confirman una permanencia de los estereotipos de género entre la sociedad riojana, marcando unas diferencias claras entre mujeres y hombres en el ámbito formativo y profesional; resulta clave el distinto uso de los tiempos y la práctica exclusividad femenina en el cuidado de las personas dependientes, lo que determina los distintos resultados sobre el acceso y permanencia en el mercado laboral. Y aunque existen indicios de una mejor situación entre mujeres y hombres, los cambios se producen lentamente por lo que resulta determinante la implementación de políticas públicas de igualdad de género.