Las butacas de Ezcaray que sobrevivieron a la crisis del cine

Corrían buenos tiempos para el cine cuando, en los años 50, los trabajadores de un antigua fábrica de Ezcaray crearon la Sociedad Cooperativa de Obreros de Ezcaray. Setenta años después, las butacas de los cines y teatros de todo el mundo se fabrican en La Rioja.

EL PAÍS se ha hecho eco del caso de la localidad riojana de 2.000 habitantes, donde tres fábricas de butacas -la Cooperativa y dos escisiones de esta, Ascénder y Euro Seating - dan trabajo a 300 personas. Así, Ezcaray solo tiene 85 personas sin trabajo.

Estas empresas de Ezcaray subieron sobrevivir cuando la llegada de la televisión y los videocubs, primero y las plataformas digitales después, sacaron al público de las salas de cine. La cooperativa aprovechó entonces para dar asiento a los auditorios y teatros que abrían en el extranjero.

En la actualidad, el 60% de las ventas de la Cooperativa de Obreros son internacionales y exportan a Estados Unidos, Malasia o Emiratos Árabes, entre muchos otros países. La producción anual roza las 46.000 butacas, todas de madera.

En pocos días, las tres nuevas salas del Cine Embajadores se llenarán de asientos. Es el primer cine que se inaugura en el centro de Madrid tras años de cierres. Mientras, en un pequeño pueblo de la sierra riojana no ha parado ni un momento de fabricar los asientos perfectos.