Otro punto trabajado para el Haro

26 de enero de 2020 11:46h

Otro punto más para el Haro. Sumar siempre es importante para un bloque trabajador, que sabe sufrir y que asume su rol en un grupo muy competido donde si se baja un punto la intensidad eres superado. En Lezama demostró valentía para tener capacidad para remontar y en El Plantío queda constatado que los riojalteños nunca se dan por perdidos. Frente al Burgos exhibieron carácter para neutralizar el gol de Raúl Sánchez durante el comienzo de la segunda parte, justo cuando menos conectado estuvo el conjunto entrenado por Aitor Calle, y para una vez firmadas las tablas en una sensacional jugada colectiva que finiquitó Valiño no meterse atrás e incluso acabar en campo rival, como demostró el remate de Txema Pan tras un saque de esquina.

Aitor Calle sigue dando muestras de la confianza plena en todos sus futbolistas. Así, en El Plantío aparecieron de partida los dos últimos jugadores en llegar al cuadro blanquinegro; Manjón (que ya había disputado minutos en Lezama y El Mazo en el derbi contra la UDL), formando la dupla de arietes con Txema Pan, y Barrio (el cual volvió a vestirse de corto diez meses después de su lesión de rodilla), que actuó en el centro de la zaga junto a Javi Duro. Con Calle como extremo, dando verticalidad por el costado diestro, apoyado con Armando y Monterde en la creación, ayudaba Joseba desde la izquierda, el bloque jarrero saltó convencido de sumar frente a un rival presionado por estar arriba, pero que debe primero salvar los muebles.

El duelo comenzó con ritmo y con intensidad. A un centro envenenado de Alarcón -despejó de puños Fermín- respondió Calle con un buen tiro desde la frontal que no encontró portería. El intercambio de aproximaciones fue constante, ya que Leak pudo marcar tras un saque de esquina (y eso que Fermín estaba siendo obstaculizado por Juanma), pero acto seguido sería Txema Pan -remate de cabeza en un córner- el que buscó el tanto para un Haro aguerrido, ordenado y que incomodaba a un Burgos que quería atacar por los flancos.

Con el paso de los minutos, los de José María Salmerón acumularon más posesión, pero sin que los blanquinegros -de granate en tierras burgalesas- pasaran apuros a excepción de un centro lateral desde la izquierda que remató elevado Diosbert en las postrimerías de una primera mitad equilibrada y con escasas ocasiones. Quizá animado por esa jugada, el Burgos se mostró más ambicioso en el arranque de la segunda parte. Percutía más por los dos lados y obligaba al Haro a retrasar su línea defensiva.

Prueba de ello fue un primer tiro raso de Borja Sánchez que atajó Fermín y el tanto de Raúl Sánchez en una buena transición ofensiva de los locales que se vio favorecida por un balón que se quedó a placer para que el carrilero zurdo hiciera el 1-0 después de que el cuero rebotara en Loza. Un gol que exigía variantes en los jarreros. Lo entendía Aitor Calle dando entrada a Valiño por un poco participativo Joseba. Sin embargo, el Haro no estaba concentrado y en una falta lateral Córdoba pudo ampliar la cuenta con un remate franco en el segundo palo.

Después de ese fallo en la marca, el bloque riojalteño se recompuso para apelar a su entrega y empuje en aras de desquitarse el dominio sufrido hasta ese instante por los pupilos de Salmerón, aunque sin que Pedro López tuviera trabajo. Pero la recompensa a las ganas tuvo su premio con el empate de Valiño después de una gran jugada combinada con pases entre líneas, buenos desmarques y un centro de lujo de Armando para que el jacetano, de cabeza, picara ante el meta de los burgaleses.

Las tablas cambiaron la idea del técnico vasco, puesto que Ibra aguardaba para salir al terreno de juego y se tuco que volver a poner la chaqueta para sentarse en el banquillo. Calle veía la amarilla y al instante aparecía Javi Ibáñez para enfilar los últimos diez minutos del choque, mientras que Salmerón apostaba por Pisculichi. El partido se inclinaba a hora para los anfitriones que con varias faltas parecían meter a los jarreros en su campo. Con el objetivo de sumar en El Plantío, Pirri aumentaba el número de integrantes en la retaguardia para cerrar un partido que acabó con un córner favorable a los riojanos que remató Txema Pan fuera.