El Haro sigue vivo en la Copa del Rey tras ganar en la prórroga

Pocos apostaban por el Haro. Jugaban fuera, en tierras catalanas ante un Llagostera al alza y en poco menos de 72 horas tenían el último partido del año de Liga, la competición que importa. Además, llegaba a la cita con varios jugadores lesionado y otros tocados, es decir, que iba con lo justo. Sin embargo, el cuadro jarrero está hecho de otra pasta. Lo evidenció en un campo de hierba artificial de reducidas dimensiones y cuando más le podía pasar factura el aspecto físico, en los minutos finales del tiempo extra. Porque los jarreros están vivos en la Copa del Rey después de lograr el triunfo en el último minuto de un partido que estuvo a punto de acabar en la tanda de penaltis. Javi Duro lo evitó. No sólo eso, el premio es que este viernes están presentes en el bombo y con muchas opciones de que toque un equipo de Primera o de Segunda.

Ese premio se gestó este jueves ante un rival más hecho al terreno de juego. Un campo que obligaba al juego directo, que condicionaba para que el fútbol fuera más de segundas jugadas y de acciones rápidas que de combinaciones largas y parsimoniosas. Pareció entrar mejor la Llagostera, pero con el paso de los minutos y después de controlar a Nahuel, principal peligro de los locales por el flanco izquierdo, los de Aitor Calle buscaron a Marcos con peligro. No en vano, las oportunidades fueron en aumento contra la portería local. Así, Josua, Mikel Bueno y Facu rozaron el gol. También Txema Pan, en la ocasión más clara, rondando la media hora en un tiro a la media vuelta.

La Llagostera estaba expectante, quizá no se esperaba a un Haro tan aguerrido. El caso es que en la segunda parte la dinámica fue muy similar. Facu y Mikel Bueno pudieron adelantar a los suyos, aunque los catalanes también gozaban de oportunidades para superar a un Fermín que se erigió en salvador en un par deacciones que dieron vida a los riojalteños, como una jugada de Sascha que la grada ya celebraba. Pero al de Baños de Río Tobía la Copa le gusta. El tiempo reglamentario llegaba a su fin, así que legaban los nervios por saber qué iba a pasar en la prórroga.

Resultaron treinta minutos de respeto, de no conceder al oponente y de confiar en que llegara una acción para desequilibrar la contienda y evitar los penaltis. Viale veía la segunda amarilla y parecía que podía ayudar a los visitantes que disputaron los últimos minutos con superioridad numérica. Y tres minutos más tarde de que el central local fuera expulsado, llegaba Javi Duro, con la derecha, para sorprender con un centrochut y dar el pase a la siguiente ronda al Haro.

Foto: Donézar Fotógrafos