Ibra devuelve la sonrisa a los jarreros

1 de diciembre de 2019 12:28h

El Haro vuelve a sonreír. Lo hizo en el Ciudad de Tudela ante un rival directo por la salvación como es el Tudelano. Un triunfo 1-2 merecido pero muy sufrido porque después de unos primeros 25 minutos de lujo de los jarreros hubo que sudar la gota gorda para primero aguantar en inferioridad por la expulsión de Javi Ibáñez las acometidas de su rival y después tener la capacidad, en los instantes finales, para asestar el golpe definitivo con el tanto de Ibra. Así que una victoria magnífica que viene después de 5 jornadas en las que sólo se habían sumado dos puntos y que permiten, de nuevo, aire para respirar tranquilos en mitad de la clasificación y afrontar los siguientes compromisos con la confianza que da el trabajo bien realizado.

En el fútbol hay que aprovechar los momentos en los que eres superior. Nunca se sabe si volverán. Algo parecido le sucedió al Haro. Los de Aitor Calle fueron mejores durante los primeros 25 minutos, justo hasta la expulsión de Javi Ibáñez por dos amarillas (realizó dos faltas en un margen de 4 minutos y ambas fueron sancionadas con cartulina). En ese tramo, el conjunto jarrero perfectamente podía ir ganando 0-4 en el marcador. Sí. Arana acertó a los 55 segundos para superar a Pagola. Urrecho mandó a las nubes un gran centro desde la derecha con todo a favor dentro del área pequeña y libre de marca. Mikel Bueno, con el exterior, se plantó ante el portero navarro y la tiró fuera. Y Urrecho, de nuevo, gozó de una doble oportunidad; la primera se la desbarató Pagola en un claro uno contra uno y en el rechace no afinó con el lanzamiento.

Entonces vino la expulsión de Javi Ibáñez y el dominio brutal de un Tudelano que hizo mucho daño por su perfil derecho. Javi Duro, que arrancó como central, tuvo que pasar a ser lateral zurdo (Calle se reubicó en la derecha) y aunque Urrecho le ayudaba por delante, Delgado y Soto encontraron un lugar para hacer daño a un Haro metido en su campo, casi en su área, con una sucesión de faltas, córners y centros laterales agobiantes. A los riojalteños les costaba combinar. Parecía imposible. Y ante el insistente ataque de los navarros, vino el empate obra de Suárez, con un tiro dentro del área, que pegó un bote para colarse en el poste. Previamente, Fermín ya había tenido que lucirse con un cabezazo de Obi y había visto como un remate de Suárez se marchaba fuera.

El segundo tiempo arrancó con el contratiempo de la lesión de Mikel Bueno. Facu entró en su lugar dejando a Arana como referente. Al menos, ahora el Haro ya no estaba tan encerrado y pudo bajar un poco los decibelios y el ritmo. Cierto que el Tudelano acaparaba la posesión, pero ya no había tanta continuidad en sus acciones. Es más, Arana disfrutó de otra gran ocasión para volver a colocar a los suyos por delante, pero no acertó a rematar tras un gran pase de Facu que le dejó ante Pagola.

Con el paso de los minutos, como era de esperar, el cuadro de José Mari Lumbreras fue a más y atosigó a su oponente. Lo mejor que le podía ocurrir al bloque riojalteño era que no encadenaba varias acciones con peligro, por lo que la situación, más o menos, estaba controlada. Sin embargo, Fermín tenía que empezar a trabajar con más asiduidad con varios tiros que despejó con los puños, caso de dos lanzamientos de Miguel Díez.

El Tudelano insistía con centros laterales y el Haro aguantaba. Y cuando pero parecía pasarlo el equipo de Aitor Calle vino el tanto de Ibra. Urrecho puso un buen centro raso, Facu la amortiguó e Ibra, haciendo uso de su cuerpo, ganó la posición para hacer el 1-2. Los nervios en el bando local fueron a más cuando Torres, a continuación, veía la roja con lo que la igualdad numérica regresó para los instantes finales. La dinámica no varió, aunque ahora a la contra los riojanos pudieron sentenciar con un tiro de Facu que repelió Pagola. Hubo que esperar para celebrar el triunfo porque el Tudelano agotaba sus opciones y el estado físico de los visitantes pasaba factura.