La lección de vida de un vecino de Calahorra
La historia comienza con una buena noticia: un padre acude al médico para recibir el diagnóstico de su hijo. Un buen diagnóstico al que le sigue la correspondiente celebración. Y ahí llega el problema, cuando después de las copas uno se sube al coche y decide conducir.
Es la realidad que ha querido compartir a través de las redes sociales un vecino de Calahorra que ha entonado el mea culpa con una historia sincera que invita a la reflexión. Cuenta cómo, después de tomar unas copas, decidió coger el coche. “Al igual que rezaba por mi hijo, puedo rezar por los peatones que no me he cruzado”, continúa, “23 años de carnet, ni un semáforo, ni un stop, ni una multa de velocidad, y hoy... por desgracia para mi, y por suerte para los viandantes... me han parado y como era de esperar... hemos dado positivo”.
Sin carné durante una temporada pero con una buena lección aprendida. Esta es la historia completa:
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