El conformismo pasa factura con un premio a medias

22 de septiembre de 2019 05:21h

Un punto más para un Calahorra de dos caras que no supo conservar el tanto de Jorge Fernández en los compases del partido y que vio como Unionistas le marcaba un gol clavado, y con los mismos protagonistas, al que le hiciera siete días atrás al Haro. Quizá sin este tanto de Ribelles peinando un balón lanzado por Portilla de falta las sensaciones hubieran sido otras, pese a ciertos desajustes en la segunda mitad que pudieron costarle caro al cuadro rojillo. Sin embargo, ese error -Zabal a media salida y con la defensa sin acabar de ser contundente- privó al conjunto riojabajeño de acomodarse en zona de ‘play off’. Cierto que continúa invicto y que sigue siendo la mejor defensa del grupo, pero la irregularidad exhibida en La Planilla es probablemente el mayor pero que se le puede achacar, más allá del resultado, a un Calahorra más irregular del campeonato.

Todo se puso de cara cuando Jorge Fernández superaba a Brais para culminar una gran jugada del bloque local. Cinco minutos y ganas de ver cómo se lo iba a tomar el cuadro anfitrión. Unionistas estaba a merced. Eso parecía. Sola había vuelto a introducir novedades en el once. Repetía zaga con Morgado en el dique seco, mientras que Goñi le ganaba la partida a Parla en el once. El resto, repetían tras el triunfo en Burgos. El control era de los rojillos que no exponía, pero tampoco sufrían. Quizá por pudo estar cierta pizca de ambición de buscar el segundo. Entretanto, los charros se lo iban creyendo. Que se lo digan a Romero que, de cabeza, rozó el travesaño pasada la media hora. Reaccionaba rápidamente José Ramón con la réplica, pero sin encontrar tampoco portería.

La segunda parte fue más abierta. Portilla, en la medular, le dio otro aire a los suyos, mientras que el Calahorra dio un paso atrás. Dejó hacer. Sobre el papel, parecía que daba resultado esa intención, puesto que en una buena acción por la derecha Yasin cedía para que Jorge Fernández rematar en plancha. Era gol… pero Brais, con una estirada, daba vida a los suyos. Y tanto. Acto seguido, pasada la hora de partido, vino la polémica. Yasin se echaba encima de Romero dentro del área y el esférico se le quedaba a merced a David Grande, que se topó con el cuerpo de Alberto.

Unionistas se lo empezaba a creer. Garrido pisaba La Planilla en un duelo especial para él. El equipo visitante sabía que iba a tener su oportunidad. La estaba rondando. Sola movía ficha. José Ramón y Goñi fuera en detrimento de Manjón (escorado en banda) y Parla. Faltaban 15 minutos en los que los salmantinos intensificaron su presencia en campo rival. A ello ayudaba la sucesión de faltas. Por ahí estaba el peligro. Portilla era una amenaza.

Dicho y hecho. Precisión milimétrica en el envío y remate hacia atrás de Ribelles para firmar el empate. Un gol idéntico al que anotara Unionistas la semana pasada ante el Haro, curiosamente también el 1-1. La pizarra volvía a funcionar y pillaba desprevenida al Calahorra. Ahora parecía que se animaba el conjunto rojillo. Las prisas. Era demasiado tarde. Además, Sola sorprendía con Echaide por Jorge Fernández. Hubo que conformarse con un punto, el noveno sobre 15 posibles.