El BM Logroño hace aguas en Cuenca

22 de septiembre de 2019 05:21h

Tenía que llegar la derrota y vino en Cuenca. Ante el actual subcampeón de Copa y de la Supercopa, frente a un rival que ha logrado pleno de triunfos en tres jornadas. En este sentido, se puede decir que el BM Logroño no mostró su potencial ante un rival directo en esa lucha por los puestos europeos. Era la primera oportunidad de medir las fuerzas contra un oponente competitivo y la prueba no fue buena. Al contrario, hubo más sombras que luces. Quizá lo peor fue la imagen final de un equipo que se mostró impotente y que hizo aguas, por muchos momentos, en el aspecto defensivo, clave para salir victorioso en este deporte. Ahí quedan los 35 goles encajados y sólo 8 paradas realizadas entre Sergey y Jorge Pérez. Una pasada para un equipo que quiere estar arriba. Toca reflexionar y confiar en que lo de este domingo ha sido un mal partido.

El BM Logroño entró en el duelo como un tiro. Agresivo en defensa y vertical en ataque. Como consecuencia, en apenas 6 minutos ya había provocado dos exclusiones y se escapaba en el marcador 1-5 merced al buen hacer defensivo que tenía su consecuencia en ataque. Lidio Jiménez se veía obligado a parar el juego en aras de despertar a los suyos. Lo logró casi de inmediato, una muestra de que el buen arranque de los franjivinos igual tenía que ver más con la actitud de los locales. Parcial de 3-0 para acercarse al electrónico y estar siempre a tiro de un conjunto logroñés que iba intercambiando goles pese a los empates de los conquenses a 8 y 10.

Precisamente a partir de ese instante, en concreto del 9-10 (min. 19), empezó un nuevo encuentro donde el BM Logroño se diluyó ante el empuje de un Cuenca renacido que parecía un martillo en labores ofensivas y una roca difícil de superar en defensa. Parcial en cuatro minutos de 5-0 que dejaba a remolque a los de Miguel Ángel Velasco. El técnico segoviano puso encima de la mesa la tablilla verde, pero no consiguió su objetivo porque al descanso, ante los problemas ofensivas de los riojanos y las escasas 4 paradas de Sergey, el Cuenca se iba con los deberes hechos y con 17 tantos a favor por los 12 de su oponente.

El BM Logroño imprimió más carácter y ritmo tras el paso por los vestuarios, pero en el intercambio Cuenca salía victorioso del primer golpe de los visitantes, 19-16, aunque se atisbaba un posible cambio de dinámica pese a que había que darle continuidad. Pero una casi triple exclusión (Balencia, Kusan y Kukic) en apenas dos minutos echaba por traste las posibilidades riojanas generando que el 22-17 se impusiera en el marcador en el minuto 39.

La renta se mantuvo con regularidad pese a los deseos de los franjivinos, a los cuales les costaba reducir las diferencias por mucho que Velasco intentara cambiar la inercia con Jorge Pérez e incluso atacando con superioridades. El tiempo apremiaba y vino la segunda exclusión de Sánchez-Migallón que fue el principio del fin pese a que aún restaban 10 minutos (estuvo algo más de 6 minutos sin anotar para pasar del 30-25 al 34-25). Hasta la conclusión, Cuenca estaba con la moral por las nubes y le salía todo, justo lo contrario que un BM Logroño impotente que claudicaba demasiado pronto evidenciando que aún hay mucho trabajo por delante para codearse con los mejores. Al menos en la primera prueba de fuego, el cuadro franjivino no estuvo a la altura de las circunstancias, como reflejó el electrónico final: 35-28.