Malditos cinco minutos

15 de septiembre de 2019 12:29h

Cinco minutos para el olvido. Cinco minutos críticos en los que el Haro dilapidó el buen trabajo realizado durante la primera media hora de encuentro y provocaron que tuviera que ir el resto del duelo a remolque. Cinco minutos en los que Unionistas demostró pegada y resolución para olvidar la mala suerte que había tenido en el arranque liguero donde hasta este domingo no había sumado ningún punto. Cinco minutos en los que la zaga jarrera cometió demasiados errores de manera continuada. Cinco minutos difíciles de digerir. Fueron tres acciones suficientes para que los de Aitor Calle claudicaran en territorio salmantino.

Dos contras y una acción a balón parado tan seguidas que el cuadro riojalteño no reaccionó. Todo empezó con una transición ofensiva de los locales que culminó David Grande y que Elías, tras aguantar, sacó una mano izquierda evitando el tanto. Un minuto después, Portilla ejecutó una falta desde el centro del campo y Ribelle peinaba para anticiparse a su par y superar por arriba al meta de los jarreros. No contentos con eso, nueva contra en la que David Grande le hace el lío a Armando y el central en su ansia de recuperar el sitio comete penalti que el propio delantero no fallaría.

Lo que sucedió antes casi da igual, que el Haro saliera con ganas, mejor ordenado que su oponente y neutralizando cualquier atisbo de ataque de Unionistas. Insuficiente pese a que el bagaje ofensivo de los de Aitor Calle pudo haber superado a Brais en dos oportunidades con un tiro cruzado de Calle y con otro remate de cabeza de Valiño que siguió la misma suerte. La contienda parecía bajo control, sin que Elías tuviera que intervenir y sin que la defensa blanquinegra-este domingo con la segunda equipación- sufriera problemas, ya que Josua y Facu, en colaboración con un activo Aimar y trabajador Joseba se adueñaban de la parcela central. Hasta que llegaron los malditos cinco minutos que provocaron que el Haro se marchara al descanso con un marcador casi imposible de rectificar.

Más aún cuando David Grande falló lo que no se puede fallar nada más comenzar el segundo tiempo tras un saque de banda y un centro desde la derecha de Navas. Por suerte, el delantero de los charros se encogió tras la ineficaz salida de Elías. El choque bajó el ritmo debido a las interrupciones pese las ganas que ponían los visitantes. Sin embargo, una buena recuperación de Simón Lecea dio origen a un auténtico golazo de Mikel Bueno que dio alas a los suyos con media hora aún por delante.

Como era de esperar, la intensidad de los jarreros aumentó. La presión era mayor y las revoluciones, también. Eso dio lugar a que por unos momentos el choque fuera de ida y vuelta, lo cual interesa a los de Aitor Calle. Un técnico que, por cierto, no movió ficha hasta que restaban apenas diez minutos. Realizó un doble cambio, Javi Ibáñez y Txema Pan por Calle y Joseba. La intención era evidente, que el recién incorporado y Mike Bueno viviera en el área de Unionistas en aras de lograr el empate. No lo consiguió, de ahí que Ibra saliera, como último recurso, a escena por Loza. El agobio sufrido sobre Unionistas fue constate, incluso llegó esa ocasión con la que olvidar esos cinco minutos que condenaron a la derrota al Haro, pero el remate de cabeza de Ibra lo detuvo, ya en el tiempo añadido, Brais.