Los doce centímetros que separan a algunos logroñeses de su compra diaria

Rioja2

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Lleva más de un año abierto y la polémica continúa. Las personas con discapacidad siguen encontrando dificultades para acceder al interior del supermercado Lupa de la calle Jorge Vigón de Logroño. Para hacerlo tienen dos opciones: superar un escalón de casi 12 centímetros, algo casi imposible para muchas personas, o llamar a un timbre en una puerta lateral y esperar a que les abran.

La primera realmente no es una opción para los clientes que tienen que acceder en silla de ruedas. La segunda les parece insuficiente. Sobre todo porque recuerdan que el anterior establecimiento que había en este mismo local tenía una entrada accesible, que se eliminó con las obras, al hacer la entrada principal por Jorge Vigón. Ya en su día se envió una instancia al Ayuntamiento de Logroño pidiendo una solución a esta situación.

Las personas afectadas explican que, aunque cuentan con la entrada lateral, tienen que esperar a que un empleado les abra y deben recorrer todo el establecimiento para poder hacer sus compras.

José Manuel Ruiz es uno de los clientes de Lupa que va en silla de ruedas. “Tengo que tocar el timbre, esperar a que el personal salga a abrirme. Suelen ser muy rápidos pero me molesta tener que hacer esto cada vez. Me parece inaudito que tengamos que hacer esto para hacer la compra cada día”, cuenta.

“Es una falta de respeto para nuestro colectivo, para las personas con discapacidad y las personas mayores”, continúa, “he visto personas mayores agarrándose a la barra para poder entrar, también sillas de bebés”. Considera que se podía haber solucionado durante la obra o incluso después.

Se siente indignado pero quiere seguir comprando en el supermercado Lupa porque es el más cercano a su casa y le gusta.

Los técnicos aseguran que la entrada principal no puede ser accesible porque el local y la acera están a distinta cota, unos 12 centímetros, y no se permitió por parte de la comunidad de propietarios romper parte del forjado del garaje para ejecutar una rampa.

Rioja2 también ha hablado con los vecinos del edificio. Cuentan que se planteó a la dirección del supermercado que, para rebajar los 25 centímetros de forjado necesario para dejar la entrada por Jorge Vigón a cota cero, se debía rebajar también el portal del edificio, a lo que Lupa se negó.

“No queremos parches, lo que hay que hacer es controlar bien la accesibilidad desde que llegan los planos para evitar estas situaciones”, señalaron desde Logroño Sin Barreras cuando se abrió el supermercado. Ahora, catorce meses después, la situación sigue siendo la misma.

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