Una culebra escalera anda suelta por Santo Domingo de la Calzada

Con este ejemplar de culebra de escalera se topó un vecino de Santo Domingo de la Calzada hace unos días mientras paseaba con su perro por las afueras del municipio. Tras el susto, llamó a la Policía Local que fue la que se encargó de 'acompañar' al animal hasta un descampado. Y, efectivamente, es así como hay que actuar si nos topamos con una culebra escalera. Eso sí, cuentan los agentes, “antes nos aseguramos de que se trataba de un ejemplar que no era venenoso”.

La culebra escalera, “inofensivas y totalmente positivas para la agricultura”

Y es que el biólogo, Luis Martínez-Zaporta explica que las culebras escalera “son inofensivas y totalmente positivas para la agricultura porque son reptiles que comen roedores y que, cuando son pequeños, comen insectos como los saltamontes que son verdaderas plagas para la agricultura”. Por lo que “la culebra escalera es un bicho fantástico y totalmente inofensivo para el ser humano, mascotas y niños”, iniste.

A pesar de todo, cuenta este experto a Rioja2, “no es habitual encontrar este tipo de culebras en los núcleos urbanos aunque tampoco es infrecuente si la vivienda está cerca de escampados o sitios más abiertos”. Igual, aventura Martínez Zaporta, “se había resguardado ahí escapando de una pelea o de un depredador o estaba buscando una presa”. Lo normal, dice, “es que estas culebras escalera acaben siendo presa de algún gato callejero”

“Si tiene la pupila vertical como un gato es una víbora”

Y, ¿qué debemos hacer si nos encontramos con animal de este tipo? Dejarla en paz, asevera tajante Martínez Zaporta, “no acercarse y no molestarla”. Y, dependiendo de la valentía de cada uno, “acercarse, mirarla a los ojos y, si tiene la pupila vertical como un gato, entonces estamos ante una víbora. Si por el contrario la pupila es redonda, estamos ante una culebra totalmente inofensiva”, explica el biólogo.

Lo mejor, insiste, “es dejarla en paz y si se trata de un ejemplar inofensivo y te atreves, puedes llevarla a un descampado para que no acabe siendo presa de un gato”. Si no, “si te da miedo”, prosigue el biólogo, “puedes llamar al Centro de Recuperación de Fauna de la Fombera al 112 y esperar a que sean los expertos los que actúen”.

El mejor consejo de este biólogo siempre es el mismo, “dejar a los bichos en paz, es la máxima de siempre porque si no les molestas no te harán absolutamente nada”.