La vida en el pueblo a través de la mirada de los jóvenes

“Somos una gran cuadrilla”, “tienes más libertad”, “todos nos conocemos”. Son algunas de las frases con las que Adriana, Mélani, Mario, Sandra y Naomi definen la vida en el pueblo. Son jóvenes de Nalda de entre 14 y 19 años que relatan en un vídeo las ventajas e inconvenientes de vivir en el mundo rural, dentro de un proyecto del colectivo El Colletero para frenar la despoblación.

La mayoría de los chavales reclaman más servicios y mejores comunicaciones, incluso más opciones de ocio. Piden también un centro joven para poder estar todos juntos o incluso unas pistas de tenis o pádel. Pero son sólo pequeñas carencias, ya que la mayoría de ellos están encantados de vivir en un pueblo.

Recuerdan además sus años de colegio en Nalda. Algunos destacan la gran colaboración de familia y escuela que es mayor en un centro rural pequeño y los proyectos que se llevaban a cabo “y que no se hacen en otros colegios”. “No es lo mismo que un profesor sea tutor de 10 alumnos a que sea tutor de 40, además el desarrollo de los niños tiene que venir marcada por la experiencia, no sólo son conocimientos teóricos, y la suerte del pueblo es que en eso da más posibilidades, hay menos peligros, tienes una vida un poco más libre y eso hace que veamos desde más perspectivas”, señala una de las jóvenes de Nalda.

Para algunos fue un gran paso ir al instituto en Logroño pero otros lamentan no poder seguir estudiando en Nalda, sobre todo “porque cuando salgo de clase ya no hay autobús para subir a Nalda y tienen que bajar mis padres a por mí”, señala una adolescente.

¿Qué pasa con los fines de semana? Como todos los adolescentes, buena parte del tiempo lo dedican a estudiar. Señalan sin embargo, que ellos tienen la opción de salir mucho más con los amigos, “también con los que vienen de Logroño”, e incluso salir al monte.