El vaivén de las emociones

El vaivén de las emociones

Rioja2

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Primera etapa conseguida. Restan otras dos. El Badajoz ya es historia. En el camino, tres opciones que se conocerán este lunes: Hércules, Cartagena -con el que se ganó en Copa del Rey- y Ponferradina. Si los nombres de los posibles rivales imponen, Las Gaunas también debe tenerse en cuenta, además de una UDL tocada por la varita mágica para reponerse cuando peor estaba, para sacudirse de la presión ambiental de la entregada afición blanquirroja y salir, durante la segunda mitad, a controlar el encuentro cuando se estaba por debajo en la eliminatoria. Porque si durante la primera mitad, la ruleta de emociones fue de un lado a otro en función de quién marcaba -hasta cinco goles, y un penalti fallado, en 45 minutos-, en el segundo acto hubo más pausa, más dominio, más cabeza de una UDL que mostró debilidades -en centros laterales-, pero también fortalezas para salir victorioso, gracias al tanto desde los once metros de Andy, y continuar con paso firme en esta fase de ascenso a Segunda B que debe ser larga.

Vaya primera mitad. Incontrolable. De las que no gustan a los entrenadores; de las que chiflan a los espectadores. Porque los 47 primeros minutos que se vivieron en Las Gaunas, independientemente de colores, demostró que jugar una fase de ascenso en la que lo que importa es sobrevivir adquiere tintes casi épicos, por momentos. Demasiado. El vaivén de emociones fue de un lado a otro. Apretó el Badajoz desde el comienzo. Se intuía una tarde difícil. Candelas chutaba para meter miedo a los 2 minutos y una pérdida de Juan Iglesias provocó el primer agujero en la zaga blanquirroja. Por suerte, Ferrón, en su remate precipitado a la media vuelta, lanzaba junto al poste. La reacción local fue espectacular. Falta lateral. Ñoño la pone de lujo y Ferrón la peina para hacer el 0-1. Subidón.

El conjunto pacense insistía. Percutía, tomaba la posesión y el territorio. Entonces Juan Iglesias se inventó un jugadón que lo tuvo todo: anticipación, autopase, regate… no hubo más porque dentro del área Ander Vitoria y Mario Gómez forcejeaban por la posición y el árbitro apreció penalti cuando el delantero cayó al suelo. Ñoño. Kike Royo. El portero riojano le ganó la partida. Crucial. Una parada de las que pueden cambiar la historia de un encuentro. Los de Mehdi Nafti vieron sangre en los centros laterales. Abusaron en su idea hasta lograr su objetivo. Balón desde la derecha y Ferrón marca ante un Buigues que se marchó al descanso sin parar.

Los pacenses seguirían asumiendo el mando. Habían bajado las prestaciones ofensivas, arriesgaban menos y no se lanzaban a tumba abierta. Eso no quita para que la tensión se palpara en cada lance. En el campo, en lo deportivo, no sucedía nada hasta que Iñaki dudó. David Martín lo vio claro y batía a Buigues. En poco más de media hora, el Badajoz la había dado la vuelta a la eliminatoria. La UDL estaba tocada. Pero apeló a las acciones a balón parado para crecerse ante la adversidad.

Ñoño sacaba una falta lateral pegada al banderín de córner y Caneda, como una exhalación, aparecía en el primer palo para el 2-2. La noria de sentimientos giraba. No se frenó porque a renglón seguido, el Badajoz recuperaría la ventaja con el tanto de Ferrón tras un saque de esquina lanzado por Petcoff. ¡Madre mía que primera mitad! El caso es que ahora la UDL debía mostrar sus garras porque por lo que tanto había peleado se podía ir al traste en 45 minutos. Y los de Sergio Rodríguez comenzaron con la idea clara de recuperar el control del juego, aspecto determinante para voltear la eliminatoria.

Así, Rubén Martínez puso en aprietos, nada más reanudarse el choque, a Kike Royo, que respondió con una gran parada abajo. Sergio Rodríguez metía velocidad en el campo con Marcos André, mientras que Nafti respondía con Juanjo. El delantero fue vital para provocar un penalti salvador en el ecuador del período, puesto que Andy pudo engañar al portero de los pacenses. El Badajoz debía exigirse en lo físico y en lo futbolístico. En lo primero dio la sensación de que aguantaba, pero en lo segundo no mostró muchos argumentos en un último cuarto de hora con constantes interrupciones, que favorecían a los blanquirrojos.

El peligro, para los riojanos, vino a balón parado. En una falta lateral pegada al área, respondió con creces Buigues sacando los puños, mientras que después José Ángel la mandó a las nubes en una buena disposición para poner en aprietos al meta blanquirrojo. Los cuatro minutos de añadido se hacían eternos, pero el Badajoz ya había claudicado. Lo hizo con las botas puesta.

Ficha técnica

UD Logroñés: Buigues; Juan Iglesias, Caneda, Bobadilla, Iñaki; Rubén Martínez, Andy, Salvador, Ñoño (Víctor López, min. 75); Olaetxea (Marcos André, min. 61) y Ander Vitoria (Santos, min. 82).

Badajoz: Kike Royo; Tony, Mario Gómez, Morgado, Candelas; Petcoff, Cidoncha; Higón (José Ángel, min. 73), Ferrón, David Martín (Juanjo, min. 64); Eder (Eneko, min. 82).

Goles: 1-0, min. 4: Ferrón, en propia puerta. 1-1, min. 18: Ferrón. 1-2, min. 33: David Martín. 2-2, min. 37: Caneda. 2-3, min. 42: Ferrón. 3-3, min. 69: Andy, de penalti.

Árbitro: Josué Palencia Caballero (Comité Vasco). Expulsó al fisioterapeuta local (min. 65) y al jugador visitante Higón (min. 89), estando en el banquillo, con roja directa. Amonestó a los locales Andy (min. 25), Ander Vitoria (min. 57), Iñaki (min. 91) y Caneda (min. 92) y a los visitantes Mario Gómez (min. 12), Ferrón (min. 25), Guzmán (min. 33) -en el banquillo-, Petcoff (min. 46), Candelas (min. 55), Cidoncha (min. 62) y Juanjo (min. 66).

Incidencias: 9.141 espectadores en Las Gaunas, según informó el club organizador, en el partido de vuelta de la primera eliminatoria de la fase de ascenso a Segunda B. Se guardó un minuto de silencio en memoria de José Antonio Reyes.

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