La crisis pasó, pero aún quedan ninis: en La Rioja más de un 10% de los jóvenes ni estudian ni trabajan

Es un fenómeno que aumentó con la crisis, pero, una vez pasado el mal momento económico, todavía queda un número importante de ninis en nuestro país, esto es, jóvenes que ni estudian ni trabajan. En La Rioja, entre un 10 y un 15%.

Eso sí, las diferencias entre comunidades y entre países europeos es muy significativa. Y es que, como repasa Público, el fenómeno nini es casi marginal en Europa central y del norte, pero es un mal endémico en en el sur y el este, sobre todo en Italia, Grecia y Bulgaria.

En España, el mapa también es muy distinto si comparamos el norte y el sur. En Andalucía y Extremadura encontramos un 25% de jóvenes ninis, mientras que en la mitad norte, con La Rioja incluida, apenas se supera el 10% e incluso se baja este porcentaje en una comunidad, el País Vasco.

Un 17% de ninis en 2016

Consecuencia del fracaso escolar

Según Ángel G. Lobo, geógrafo y autor del blog El Orden Mundial, hay más ninis en aquellos lugares con un desarrollo económico más frágil, más desempleo estructural y un sistema educativo con peores resultados.

De este modo, el sur de España registra mayores índices de fracaso escolar, con más del 20%, y en el norte se bordea el 10%. Y lo mismo ocurre en Europa. Las zonas mediterráneas y también el este son las regiones con más fracaso escolar, mientra que encontramos los niveles más bajos en el centro y norte de la Unión Europea.

La Rioja cerró 2017 como la cuarta comunidad con menor tasa de abandono escolar temprano, un 12,9%, por detrás de País Vasco (7%), Cantabria (8,9%) y Navarra (11,3%). Esto la que la convirtió en la comunidad que más redujo este fenómeno durante el último año.

Para revertir esta situación, El Orden Mundial apuesta por crear un tejido productivo sólido y una demanda alta de mano de obra formada a distintos niveles. También es necesario contar con “una oferta formativa atractiva que motive a una formación constante y orientada a empleos cualificados —como la formación profesional—, además de una oferta universitaria acorde al modelo productivo y necesidades de la sociedad en la que se enmarca”.