Y la hora del cambio llegó

En 1995, Internet y todo lo que le rodea eran un escenario casi de Ciencia Ficción, de películas futuristas. En 1995, La Rioja no contaba con las transferencias de Educación y Sanidad, entre otras. En 1995, el Club Deportivo Logroñés estaba en Primera División aunque descendería ese año para volver a subir en la temporada 1995/96. En 1995, Pedro Sanz se convertía en el Presidente de La Rioja tras las elecciones Autonómicas de ese año. Han pasado veinticuatro años de gobierno del Partido Popular en La Rioja, veinte a cargo de Sanz y cuatro con José Ignacio Ceniceros. Este 26 de mayo, cuando llegaban los resultados de las Autonómicas, en el PSOE iban conteniendo la respiración, lo tenían en la mano, y no pudieron evitar quitarse un peso de encima.

Los cambios siempre llegan, es normal, el PP había acumulado casi cinco lustros de poder autonómico merced a sus aciertos y a los errores de los adversarios. Ha pasado en Andalucía, en Euskadi, en Cataluña, etc. El largo ciclo electoral y los acontecimientos de los últimos dos años, en algún factor se puede alargar hasta cuatro, han dado lugar a este vuelco histórico, pero no vamos a desgastar adjetivos calificativos.

El PSOE venía con el viento a favor, tras una travesía del desierto que parecía no tener fin. Concha Andreu será la nueva presidenta del Gobierno de La Rioja y lo hará con un resultado mejor del previsible porque no tendrá que depender prácticamente de nadie, y especialmente de Ciudadanos. El PSOE tiene ahora un desafío tremendo, afrontar el gobierno regional, posiblemente Logroño y buena parte de las cabeceras de comarca, y formar un equipo de gobierno para el que tendrán que acertar en las personas elegidas, porque en ese sentido se juegan mucho. Es el momento de poner en marcha ese cambio que han venido repitiendo estos meses.

En cuanto al PP, el golpe es muy duro, aunque estaba en el guión. Su esperanza estaba en poder aguantar en los pequeños municipios y no seguir la tendencia descendente con respecto a las Autonómicas de 2015, especialmente en las cabeceras de comarca y en los municipios de tamaño medio, la plaza de Logroño se había puesto más difícil. No ha sido suficiente y José Ignacio Ceniceros tendrá que afrontar una nueva etapa de recomposición tras cuatro años de luchas internas y habiendo tenido al enemigo en casa. Además, tampoco le ha ayudado la deriva de Casado. El PP tiene ahora que hacer una profunda reflexión interna y ver el camino que quieren llevar, incluso será el momento de seguir quitándose mochilas. En cierto sentido, a Ceniceros y a buena parte de su equipo les han pesado lastres de un pasado reciente.

El mismo proceso tendrá que llevar a cabo Ciudadanos. Estables con cuatro parlamentarios, no es menos cierto que es una derrota porque no han conseguido acercarse al PP y, además, no serán determinantes en la elección del gobierno regional. Ciudadanos tiene una serie de limitaciones en relación al perfil de sus votantes, muy centrados en clases medias urbanas de mediana edad, como venimos señalando desde hace cinco años. No han conseguido romper ese techo, ni siquiera en los peores momentos del PP, lo cual es para analizar. Además, también habrá que evaluar el impacto de la evolución de Rivera.

Unidas Podemos ha sido otra decepción, pero más previsible. Las disputas internas de Podemos y del conjunto de esa parte de la izquierda riojana han sido claves para entender el paso de cuatro a dos diputados. Además, muchos votantes de 2015 de Podemos se pasaron al PSOE, hecho también habitual en este tipo de escenarios. Para colmo, Unidas Podemos tampoco es tan determinante porque el PSOE ha alcanzado quince parlamentarios y se ven en una situación en la que no pueden negar su apoyo para favorecer el cambio.

Los dos partidos que no han alcanzado representación parlamentaria viven en dos dinámicas distintas pero también en la decepción. PR+ se ha vuelto a quedar a la orilla del 5% que permite entrar en el Parlamento de La Rioja. Tendrán que analizar qué ocurre para no romper también esa barrera, pero serán determinantes en el Ayuntamiento de Logroño donde han mantenido un concejal. Finalmente, VOX ha perdido buena parte de los votantes de hace un mes, siendo La Rioja una de las pocas comunidades donde no han entrado en el Parlamento. VOX tenía un discurso duro y nacional pero no había propuestas para la región, exceptuando acabar con el Estado de las Autonomías lo cual en un territorio como el nuestro no tiene mucho recorrido. Si ya hubo un desinflamiento en VOX tras la Generales, imagínense ahora.

En definitiva, un escenario que nos acerca de nuevo al bipartidismo. PSOE y PP han ganado votos en relación a las Generales, con una participación significativamente menor. Ciudadanos se queda en tierra de nadie con un futuro incierto y con la sombra de lo ocurrido en UPyD no muy lejos. Y Unidas Podemos puede entrar en una especie de melancolía derivada del escenario nacional en parte. Los partidos del cambio no han cumplido las expectativas, el PP pierde buena parte de su poder territorial y el PSOE se encuentra ante una situación inesperada e insospechada hace menos de dos años. Concha Andreu se dirige a ser la primera presidenta de La Rioja, las expectativas están altas y pronto comenzarán a pedirle resultados. Al tiempo.