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El subcampeonato deberá esperar

El subcampeonato deberá esperar

Rioja2

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No fue día de manteos. El cuerpo no lo pedía. La fiesta se la habían ganado los aficionados del Bidasoa Irún, que acompañaron a los suyos en el subcampeonato de Asobal. Por momentos, daba la sensación de que el Palacio iba a vivir una gran tarde de balonmano -lo fue- pero con brillo local. Toca esperar. La regularidad mostrada en esta segunda vuelta del campeonato no se mantuvo para ganar a un rival potente desde atrás y con argumentos para superar a sus adversarios. Con el 21-16 a favor todo apuntaba al éxito de un BM Logroño que sin hacer ruido se podía colar detrás del todopoderoso Barcelona. Sin embargo, el desgaste físico, la falta de fluidez en ataque -uno de los argumentos de este bloque-, unido a una agresiva defensa y un magistral Ledo propiciaron que los de Jacobo Cuétara fueran dando la vuelta al marcador hasta concretar el 26-28.

Del Arco, Ilic, Fekete y Muñoz se quedaron con las ganas de ser manteados por los que han sido sus compañeros. El ánimo, tras tener que olvidarse de la segunda plaza, no era el adecuado. Fue una despedida de las que no gustan, la verdad. Lástima que haya un partido pendiente, el del próximo sábado ante Helvetia Anaitasuna en Pamplona. Sea como fuere, los afectados por su adiós sentían rabia e impotencia por no dar a la grada lo que durante muchas jornadas han estado cerca de conseguir.

En cuanto al partido, arrancó con velocidad, la que quería imprimir un BM Logroño decidido a llevar el partido a un marcador de altos vuelos. Era la idea de buscarle las cosquillas a un Bidasoa Irún que se mueve más cómodo con ritmos pausadas en los que no haya que correr hacia atrás, como le obligaba el cuadro franjivino en los compases iniciales. De esta forma, los riojanos marcaban la pauta, más allá de en el marcador (que también) en el control de las emociones.

Pese a que las rentas eran cortas, como el 6-3 que obligó a Jacobo Cuétara a pedir tiempo muerto, fue con el 8-5, pasados los 10 minutos, cuando daba la sensación de que Bidasoa necesitaba variar la dinámica. El BM Logroño estaba firme en las tareas defensivas, donde Ilic hacía daño cuando se colocaba como adelantado y obligaba a De la Salud a recular. Además, en el juego de ataque, circulaba con criterio. Ledo, sin embargo, mantenía a los suyos en el choque. No en vano, con el 9-6 le adivinó la intención a Ilic en un contragolpe que podía haber dejado encarrilada la contienda.

Además, con sus intervenciones (9 al intermedio) animó a que sus compañeros se pusieran en plan en defensa, dejaran menos huecos y menor capacidad de libertad a los atacantes franjivinos. La pájara, en labores ofensivas, le entró al BM Logroño que estuvo seis minutos y medio sin anotar. Momento propicio que aprovechó el Bidasoa para avisar de que estaba decidido a conservar la segunda plaza tras el encuentro del Palacio. Del 10-7 se pasaba al 10-9.

Es más, Zabala pudo empatar, pero Hernández le tapó los huecos en una contra. Saltaba entonces Balenciaga, en los últimos diez minutos del primer tiempo, para darle otro aire. Velocidad y ritmo para recuperar el mando de las operaciones. Y el de la circulación, como la jugada del 12-10 que culminó Muñoz. Toda una demostración de cómo mover la pelota con rapidez hasta encontrar al jugador indicado en la mejor posición posible. Claro que Barthe salió respondón, puesto que con 4 goles seguidos propició que los irundarras alcanzaran el descanso con un 15-13 en el que hubo instantes en los que parecía que, de nuevo, los anfitriones podían romper el choque. Como con ese lanzamiento de Del Arco, con 14-11, que despejó Ledo.

Era importante comenzar la segunda mitad con intensidad. Se hizo. Eso constataba el 17-13 con goles de Kukic y una contra de Ilic. La defensa rayaba a un gran nivel, pero un mal pase de Del Arco y un par de decisiones erróneos posteriores provocaron que Bidasoa recuperara el pulso con un parcial de 0-3 en poco más de un minuto. Por si fuera poco, llegaba la exclusión de Kukic que podía perjudicar a los riojanos. No sucedió porque el BM Logroño se rehízo con un parcial de 4-0 donde la precipitación pesó a los visitantes. Moreira, Garciandia, Ilic (con una rosca) y Muñoz (en una transición ofensiva) dejaban contra las cuerdas al equipo presidido por Aginagalde con el 21-16.

Entonces al BM Logroño se le fue la luz y parte del combustible. No encontró la manera de reponerse. ¿Miedo a ser subcampeón? Lo tenía bajo control, pero en unos minutos dilapidó el trabajo previo. Ledo parecía su superhéroe, la defensa irundarra había puesto el piloto automático con una intensidad brutal ante el alocado ataque de un conjunto que no cumplía con su cometido atrás. De la Salud hacía creer a los suyos con dos goles seguidos, 22-19. Pero es que el parcial siguió incrementando en favor de los de Cuétara con tres tantos más -Seri, Rodrigo Salinas y Renaud-David) que hacían un 0-5 y posibilitaban el empate a 22 (con 13 minutos y medio por jugarse).

Balenciaga rompía la sequía, pero duró poco la alegría, más allá del 7 metros lanzado al poste por De la Salud, ya que Ledo, desde su portería, devolvía la igualada aprovechando la inferioridad local. No sólo eso, el caos reinó en el juego del BM Logroño, obcecado en jugar por dentro, por mucho que Junior Scott intentara quebrar la inercia. Malas decisiones que revertían en la otra parte de la pista con ataques vertiginosos que complicaban el asalto al subcampeonato con el 23-26 y menos de 9 minutos por delante.

Dos tantos de Kukic y un 7 metros convertido por Muñoz gracias, en parte, a la exclusión de Barthe permitían un partido nuevo de 194 segundos tras las tablas a 26. El desgaste físico, actuaron 11 jugadores -Kusan no actuó pese a estar de corto- locales con escasa participación de Junior Scott (sólo en los ataques de los últimos 10 minutos) y de Fekete (inédito en la segunda mitad) pasó factura porque la cabeza no regía como debía. El ataque era espeso, en la línea del segundo período. Del Arco asumía riesgos, mientras que Ledo continuaba en plan estelar para guiar al Bidasoa a un segundo puesto merecido. La impotencia de los franjivinos quedó de manifiesto cuando Muñoz era incapaz de superar desde los 7 metros a Ledo y dar una mínima esperanza a los suyos con minuto y medio por delante. Esa parada daba origen a la fiesta, por parte de la poblada afición que acompañó al Bidasoa, tras el 26-28 final.

Ficha técnica

BM Logroño: Hernández (p), Muñoz (6, 1p), Garciandia (4), Moreira (3), Kukic (4), Del Arco (2) e Ilic (4), siete inicial, Sánchez-Migallón, Fekete, Balenciaga (3) y Junior Scott.

Bidasoa Irún: Ledo (p) (1), Cavero (1), Serrano, Barthe (5), Tesoriere (1), Seri (5) y Zabala, siete inicial, De la Salud (3), Odriozola (3), Renaud-David (6), Rodrigo Salinas (2), Esteban Salinas (1) y Aldaba.

Parciales: 3-2, 7-5, 10-7, 10-9, 13-11, 15-13 (descanso), 17-15, 21,16, 22-21, 23-24, 25-26 y 26-28 (final).

Árbitros: Sergio Rodríguez Estévez y Andrés Rosendo López. Excluyeron a los locales Kukic (min. 36), Muñoz (min. 47) y Sánchez-Migallón (min. 48) y a los visitantes Renaud-David (min. 13), Esteban Salinas (min. 47) y Barthe (min. 52).

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