La UDL le da la vuelta a la tortilla
Paso adelante en las aspiraciones de la UDL para acabar lo más arriba posible. Dos triunfos seguidos a domicilio (Vitoria, 0-2, y Real Sociedad B, 0-1) que permiten olvidar el accidente ante el Oviedo B (3-4) y vuelven a reconducir las aguas antes las posibles dudas dejadas por ese resultado registrado en la última comparecencia en Las Gaunas. En esta ocasión, en Zubieta se pudo comprobar que el equipo blanquirrojo maneja varios registros, lo cual debe darle un plus en las eliminatorias por el ascenso. Empezó dejando hacer, enjaulado en su terreno de juego, para saber reconducir con el paso de los minutos su ubicación y su línea de presión hasta el punto de pasar a controlar la situación, a excepción hecha de los instantes finales cuando el filial buscó el empate de manera alocada. Es como si le fuera dando la vuelta a una tortilla que parecía quemarse, pero que terminó jugosa y en su punto, además de dejar un sabor agradable para el duelo ante el Mirandés del próximo sábado.
No en vano, la UDL comenzó de una manera, sometida y agazapada, ante una Real Sociedad B que generaba oportunidades. Pasada la media hora, los riojanos forzaron varios saques de esquina que dieron aire y entonces el filial blanquiazul tuvo que pensar. En la segunda parte, los logroñeses adelantaron su línea de presión y por ahí gestó parte del triunfo de los pupilos de Sergio Rodríguez, ya que antes del tanto de Rayco, a falta de 10 minutos para la conclusión, los blanquirrojos ya habían tenido sus opciones. Se trata de una victoria que permite pensar en que la tercera plaza, como mínimo, será la clasificación al final de la temporada (restan 12 puntos por jugarse y saca 7 más el golaveraje al Barakaldo).
Si ante el Vitoria, el cuadro blanquirrojo mostró ambición desde el inicio en Zubieta el equipo riojano fue precavido. Quizá demasiado. Regaló prácticamente durante 25 minutos la pelota a un rival que se siente a gusto con el cuero, que quiere imponer su fútbol control para someter al contrincante, ubicarlo en su campo de juego y buscar el tanto con el que reflejar su superioridad. Aunque probablemente era el plan a seguir. Especular, dejarse dominar, confiar en no encajar y que con el paso de los minutos la Real B fuera claudicando en sus intenciones para entonces la UDL aprovechar sus opciones.
Vista la primera mitad, el planteamiento casi sale perfecto, puesto que los de Sergio Rodríguez sufrieron durante muchos minutos, vieron como el filial blanquiazul disfrutó de oportunidades para ponerse por delante en el marcador y en el tramo final del período los logroñeses se toparon con Zubiarre. Cierto que todas las ocasiones visitantes llegaron de la misma manera, desde el saque de esquina. Es decir, que la pizarra funcionó para hacer dudar a un conjunto que hasta el minuto 35 fue mejor que una UDL ramplona y vulgar, excesivamente especulativa. Durante ese tiempo, la Real B mereció marcar.
Martínez Losa no remató con dirección ni nada más arrancar el choque ni a la media hora. En ambas ocasiones, el centro vino desde la derecha con un activo Thior y en las dos Miguel blocó los cabezazos. Pero es que Olaizola, en otro centro de Pecharromán por el costado diestro, no encontró portería con un acrobático remate en plancha. López lo intentaría desde fuera con la izquierda y también Veiga con un tiro tras un córner, tampoco. Incluso Miguel tuvo suerte de que su error en la salida de balón no fuera aprovechada por Thior que intentó la vaselina sin fortuna.
Entonces hubo una arrancada de Marcos André, un poco más de combinación y control para evitar la primera línea de presión de los locales hasta el punto de provocar el primer córner a los 37 minutos. Juan Iglesias provocaría otro al momento y Ñoño la puso para que Ander Vitoria intimidara a Zubiarre. Salvador lo buscaría en la siguiente jugada con un centrochut, pero el meta evitó problemas con otro saque de esquina. Ahí llegaría la mejor oportunidad de los logroñeses, Ñoño y Salvador en corto para que Marcos André rematara de cabeza apareciendo por sorpresa por detrás, pero Zubiaurre entró en escena con una parada de reflejos. El plan funcionaba. Aunque faltaba el segundo acto.
No varió mucho la dinámica en la segunda mitad, aunque sí hubo ligeros matices en la reanudación que fueron decantando el juego en favor de los visitantes. La Real Sociedad B no manejaba con tanta fluidez, pensaba demasiado y temía el robo de la UDL, que podía correr. Además, hubo un susto inicial para los locales ante la presión de Marcos André que obligó a Zubiaurre a realizar un mal despeje, Olaetxea estaba dentro del área, controló y buscó el gol, pero el portero blanquiazul lo evitó con los pies.
Esto propició que hubiera algo más de equilibrio. El exjugador del Gernika volvería a rematar un centro de Pedrito, primer cambio en detrimento de Ñoño que regresaba al once, pero a renglón seguido Martínez Losa evidenciaba falta de gol cuando se presentó ante Miguel con mucho a favor. La pelota iba de un lado a otro del campo, pero los riojanos fueron inclinando la balanza. Pedrito la puso de lujo, pero Ander Vitoria no llegaba por muy poquito con Zubiaurre ya superado. Pero es que Marcos André se iba de su par, cedía atrás y Pedrito, desde el punto de penalti, la mandaba a las nubes.
Había crecido la UDL hasta el punto de casi minimizar al filial blanquiazul. Rayco entraba en escena por Ander Vitoria. Velocidad, juego entre líneas y llegada en segunda línea era la apuesta de Sergio Rodríguez. Pero la Real B, pese a la buena presión de los blanquirrojos, supieron dormir de nuevo el duelo, cuestión que le interesaba al filial a tenor de las escasas aproximaciones sobre Miguel. Sin embargo, se intuía que los visitantes iban a tener sus opciones. Así fue. Balón al espacio para Pedrito, recorte, pase atrás y Rayco la clavó en la escuadra.
Momento de aguantar. La Real B pegó un arreón y López tuvo en sus botas el empate tras un saque de esquina, pero Miguel, con los puños repelió el peligro. Salía Santos -Víctor López se quedó con las ganas de jugar ya que justo antes del gol de Rayco iba a ser el hombre elegido- para ayudar a Juan Iglesias en su perfil por el posible acoso de los locales en los minutos finales. Hubo que defender, sobre todo un par de faltas, pero Miguel acabó haciéndose con la pelota en la última acción de un partido con variantes en el que la UDL maduró sus posibilidades.
0