Vuelta a la incertidumbre

El Bodegas Rioja Vega se abona al suspense. La derrota por 81-78 ante L’Hospitalet no permite dar un estirón a los riojanos en esta fase de permanencia. Sólo una victoria de cuatro partidos. Menos mal que se partía con ventaja. Pese a ello, el bloque de Jenaro Díaz está sufriendo debido a la ya habitual irregularidad en la que se ha instalado un conjunto que es capaz de dejarse anotar 31 puntos en 10 minutos, pero que, como aspecto positivo, gozar de opciones de llevarse el triunfo cuando con 81 segundos por delante y 7 por debajo (80-73).

Quizá esas dos caras le han conducido a esta fase de la amargura y ojalá que no al fiasco más espantoso que se recuerda. En tierras catalanas arrancó como un tiro, intercambiando canastas en tres minutos iniciales trepidantes (7-6) para después dejarse llevar por la euforia de los locales. No en vano, el 15-8 provocó que el preparador gijonés tuviera que parar el partido. Bien hecho porque hubo reacción para el 16-14 e incluso para remontar 20-21, pese a que al término del primer cuarto L’Hospitalet llevara el mando 24-22.

Hasta el ecuador, se vio un duelo atascado. Las defensas parecían tomar las riendas. Principalmente, el Rioja Vega que se iba 24-29 merced al acierto de Hewitt. Renta que se aguantó porque puso más énfasis en lo que debe hacer para solventar la papeleta en la que se ha visto inmerso en los 8 encuentros que faltan. El 35-38 con el que se llegaba al intermedio era un indicador de que los riojanos estaban cumpliendo. Nissen se estaba haciendo fuerte por dentro y eso el equipo lo acusaba.

Sin embargo, L’Hospitalet le dio un vuelco a la situación. 31 puntos en 10 minutos que fundieron a los riojanos. Creus se erigió en protagonista para ir desmoralizando a su oponente. Desde el triple, el cuadro catalán encontró su sitio -acabó con 14 de 27-. El Rioja Vega mantenía el ritmo de su contrincante pero fue mirando al marcador por debajo. Mala señal. El 52-50 indicaba por dónde iban el planteamiento de los anfitriones en la segunda parte.

La inercia continuó ya que Covington se unía al base, mientras que en el Rioja Vega todo estaba más repartido. Nadie destacaba y algunos ayudaban. Pero insuficiente para volver a colocarse por delante. El 66-61 dejaba 10 minutos interesantes por ver la reacción de los riojanos tras haber encajado 31 puntos. Le costó adaptarse a la escuadra logroñesa que se veía lejos, 70-61. Pero se aplicó en defensa para estar un poco más cerca con el 72-69 y a un paso con el empate a 72 con 4 minutos por jugarse.

García, con un triple, con algo menos de dos minutos para la conclusión permitían esperanzas a los locales con el 77-73, que se estiró al 80-73 con otro triple del mismo jugador. Eso sí, ya sólo restaban 81 segundos. Louissaint se lucía para acercar a los suyos con el 80-78 y medio minuto en el electrónico. Creus fallaba desde más allá de los 6,75 metros. Pero Lafuente hacía lo propio a renglón seguido. Kirby se llevaba el rebote y se dirigía a línea de personal. Anotaba uno. Bola para el Rioja Vega con 2 segundos. Un imposible. Aún así lo intentaría el oscense.

Ficha técnica

Torrons Vicens L’Hospitalet: Creus (27), Baques (11), Covington (17), García (17) y Diop (5), cinco inicial, Liria, Rodríguez, Homs (1), Gelazonia, Guia y Kirby (3).

Bodegas Rioja Vega: Pérez (5), Jordan, López (4), Saintel (13) y Nissen (15), cinco inicial, Hewitt (13), Noguerol (5), Louissaint (8), Lafuente (7) y Parrado (8).

Parciales: 24-22, 11-16 (35-38 al descanso), 31-23 (66-61) y 15-17 (81-78 al final).

Árbitros: Yasmina Alcaraz Moreno y José María Olivares Bernabeu.