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Así se abrió el sepulcro de Santo Domingo de la Calzada en la Catedral
El pasado jueves, 28 de febrero se procedió a la apertura del sepulcro de Santo Domingo de la Calzada en la Catedral donde se conserva, en presencia de D. Carlos Escribano Subías, Obispo de la diócesis; de D. Vicente Robredo García, Vicario General; de D. Francisco José Suárez Calvo, Abad-presidente del Cabildo de la Catedral y Párroco; de los Canónigos del mencionado Cabildo, y en presencia de autoridades civiles, representantes de la Cofradía, un notario, un abogado y un médico forense y antropólogo.
D. Francisco José Suárez Calvo explicó brevemente que “una vez concluidas las obras de renovación de la cripta, parte de los venerables restos serán depositados de nuevo en su lugar y otra parte introducidos en la arqueta realizada por el artista P. Marko Rupnik de acuerdo con el diseño aprobado por los Consejos de Patrimonio Diocesano y del Gobierno de La Rioja, con vistas a que en adelante estas reliquias puedan ser contempladas por los fieles y llevadas eventualmente en procesión”.
Todas estas gestiones han sido programadas en el marco de los preparativos del Año Jubilar que va a celebrarse desde el 25 de abril de 2019 hasta el 12 de enero de 2020, con motivo de los mil años del nacimiento de Santo Domingo de la Calzada.
A continuación, se hizo un resumen de las diversas ocasiones en las que se abrió el sepulcro y se exhumaron los restos del Santo, la última en 1959. Seguidamente, D. Francisco José Suárez Calvo ordena el levantamiento de la pesada lápida. Quitado el lacre y abierto el cofre, todos los asistentes pudieron contemplar las reliquias de Santo Domingo de la Calzada.
Una vez cantado el himno de Santo Domingo de la Calzada y rezada por el Sr. Obispo por vez primera la oración compuesta para el Año Jubilar, unos cofrades trasladan a la Sacristía de la Catedral los restos del Santo.
Con ayuda de uno de los canónigos, el Sr. antropólogo coloca y extiende sobre un mantel a lo largo de la mesa central de la Sacristía todos los restos contenidos en el cofre. Felizmente puede comprobarse que coinciden en todo con la lista descrita al principio a las diversas aperturas del sepulcro a lo largo de los años, especialmente a la de 1959, a excepción de unas menudencias como la de algunas vértebras convertidas ya en polvo.
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