La UDL se muestra imparable
Imparable. Siete partidos sin encajar y cinco victorias consecutivas. Esta UDL está demostrando hechuras para afianzarse en los puestos de fase de ascenso. Quién lo iba a decir después del horrible arranque liguero. Pero esto son dinámicas y actualmente el bloque de Sergio Rodríguez funciona como un reloj. Todo es armonía, en defensa todo luce hasta no se acusó que Santamaría llevara varios meses sin ser de la partida, mientras que en ataque fue una mañana efectiva. En cuanto al control del juego, salvo los minutos iniciales y alguna fase en la segunda mitad, los riojanos dominaron con cierta solvencia. No hubo dudas y eso que el Sporting B gozó de opciones para haber variado el rumbo del encuentro.
Comenzó la UDL con ciertas inseguridades. El Sporting B, de hecho, metió a los riojanos en su área en los primeros instantes gracias a una falta lateral muy peligrosa y un córner. Salvados esos minutos, el cuadro de Sergio Rodríguez fue paulatinamente haciéndose con el dominio del partido. Primero, siempre sin complicarse en las tareas defensivas, buscó el ataque por el costado derecho con constantes caídas de Víctor López a la espalda del lateral Espeso. Para después ir ampliando sus recursos ofensivos.
El control de la pelota ya era de los jugadores logroñeses que apenas podían jugar por dentro ante la buena disposición de un filial rojiblanco que con el cuero no podía generar ante una UDL ordenada y estructurada. Pese a que Andy y Salvador estaban más pendientes de coger la posición que de crear, eran Marcos André y Víctor López los que con constantes desmarques gozaban de libertad. También Rubén Martínez, muy activo durante la primera mitad. Faltaba algo de profundidad por el perfil zurdo con Ñoño.
Hasta eso parecía pensado, puesto que la primera incursión de Iñaki fue gol. Diagonal de Santamaría sobre el calagurritano que con un control de lujo se acomodó el balón para asistir a Rubén Martínez que, desde la frontal, la puso lejos del alcance de Christian. Ni media hora de juego y la UDL hacía gala de efectividad. Con el tanto a favor, el duelo se enquistó. No pasaba nada. Los riojanos ya no eran tan constantes en la elaboración ni en la verticalidad. No les hacía falta. Eran más conservadores.
Pero el Sporting B agitó los instantes finales del primer período. Iván Elena dejaba detalles de calidad y a punto estuvo de aguar la fiesta a los blanquirrojos -en las instalaciones de Mareo de negro-. Su acción individual provocó que los locales se lo creyeran y fueran a por el empate Cierto que a embestidas, sin un juego concreto y más por la concatenación de saques de esquina que otra cosa, como el tiro de Riego despejado por Santamaría.
La segunda mitad se inició con un filial más valiente que adelantó su línea de presión obligando a la UDL a tener menos tiempo el contacto con el cuero. No se intimidó el conjunto riojano que buscó llegar a la meta de Christian de forma más directa. Así, Ñoño se metió en el área y aunque se fue haciendo hueco, su tiro fue plácido para las manos del meta rojiblanco. Además, hubo dos fueras de juego, que no debieron ser sancioando, casi seguidos que dejaban a Víctor López -la jugada continuó y Christian realizó un paradón- y a Marcos André con mucho a favor.
El bloque de Isma Piñera se iba animando y mirando sin complejos a Miguel. No en vano, el Sporting B amasaba más la pelota, circulaba de un lado a otro y metía a su oponente en su campo. La mejor oportunidad para los locales vino en el ecuador de la segunda parte gracias a una pared entre Gorka Santamaría y Riego que dejó al delantero ante el capitán blanquirrojo. Entre Juan Iglesias e Iñaki llegaron para molestar el tiro final y que la jugada no fuera a mayores.
Sergio Rodríguez puso en escena a Olaetxea con la idea de recuperar el dominio territorial, cuestión que no se apreció de partida. Santos reemplazaba al goleador en aras de continuar trabajando en el carril diestro. Movimientos que dieron aplomo a una UDL que no se echó atrás, pero que tampoco terminaba de encontrar esa contra con la que sentenciar la contienda.
Era el Sporting B el que buscó sus opciones para empatar. Gorka Santamaría dio un pase de lujo para Sandoval, que acaba de entrar al campo, y el atacante no pudo concretar su tiro porque, una vez más, aparecía Iñaki para estorbar. Y a renglón seguido, ya con el debutante Pedrito en el terreno de juego, la UDL amarró los puntos con el tanto de Andy tras una falta ejecutada en corto sobre Marcos André y cuyo tiro dejó un balón muerto que aprovechó el exjugador de la Ponferradina (en posición de fuera de juego) para hacer el 0-2.
Hasta la conclusión, Miguel constató que quería seguir sin recibir goles, ya que se jugó el tipo ante Gorka Santamaría para repeler un tiro a bocajarro. E incluso, Marcos André, ya en el tiempo de añadido, a la contra pudo ampliar la diferencia, lo cual hubiera sido excesivo. Que venga el siguiente, en este caso el Calahorra.
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