El Calahorra difruta y sufre a la vez

22 de diciembre de 2018 10:43h

Se resiste La Planilla a ver ganar a los suyos. Pese a que en el arranque de liga el feudo rojillo se convirtió en un fortín, ahora los últimos cuatro visitantes han sacado puntos en tierras calagurritanas. Una derrota y tres empates, el último vivido este sábado ante el Tudelano, que impiden a los de Miguel Sola cerrar el año con la satisfacción plena. Cierto que ser décimos con 24 puntos (8 de margen respecto al descenso) se podía firmar en pretemporada, pero después de 18 jornadas probablemente los rojillos hayan podido sumar muchos más. Ante el cuadro navarro hubo puntos en común con otros duelos. Por ejemplo, que los locales fueran mejores, en líneas generales, hasta que se colocaron por delante y que después sufrieron incluso para no verse por debajo en el marcador. Además, cuando se quiso apretar para cambiar la inercia era complicado por varios intentos que se hicieron.

El Calahorra quiso dominar. Lo intentó y se aprovechó de la lesión inicial de Jiménez para buscar sus oportunidades. El Tudelano supo sufrir y a partir del cuarto de hora equilibró las fuerzas. Sobre todo cuando Adán Pérez disfrutó de una gran ocasión con todo a favor. Por suerte, para los rojillos, la tiró fuera. Los de blanquillos parecían que creían, aunque Ubis, con dos remates de cabeza, prácticamente seguidos, obligaba a los navarros a mantener las precauciones.

Eso favoreció para que los de Miguel Sola continuaran con su dominio con varias llegadas y remates que no encontraron portería por poco, como los intentos del ariete logroñés y de Goñi. Yasin insistiría con un centrochut que detuvo Pagola. Se notaba en el ambiente que los calagurritanos estaban mereciendo más. No se podían descuidar porque el Tudelano amenazaba desde la esquina. Hasta que Obeng aprovechó el pase de Auzmendi para cruzar ante el meta rival.

La clave pasaba por no dejarse llevar con el gol a favor. Hasta el descanso no hubo variación en cuanto a la inercia en la que estaba el choque. Pero en el primer minuto tras el paso por los vestuarios Navarro hacía el empate en un centro de Adán Pérez. Tanto que descolocó a los anfitriones hasta el punto de que Tony pudo dar la voltereta acto seguido. Es más, Zabal se convertía en fundamental para evitar que el Tudelano sacara rédito a su mayor dominio con varias paradas de mérito, entre otras, una a Navarro.

La entrada al campo de Barrón animó a los suyos, como sucediera en Lezama. El zurdo agitó el choque, le dio más profundidad a su equipo. Barcina, que había salido desde el banquillo tuvo que retirarse tras caer lesionado, y encima el vasco tuvo que ser retirado en camilla ya en el minuto 90. Contratiempos que impidieron un arreón final, casi llega con una oportunidad postrera que desbarató el Tudelano sacando bajo palos, en aras de cerrar el año 2018 con una victoria.