Garciandia impulsa al BM Logroño
Garciandia, que no tuvo una buena noche, permite con un gol a 8 segundos de la conclusión ganar a Helvetia Anaitasuna por 23-22 y cerrar la primera vuelta en quinta posición con 18 puntos. Dicho así podría parecer un bagaje escaso, pero cuando se apunta que el segundo clasificado, Bidasoa Irún, tiene un punto más, los mismos que Ademar León, y que Granollers y Huesca están con idéntico balance que los franjivinos el panorama parece diferente. Sobre todo porque el conjunto riojano ha evidenciado capacidad para competir ante cualquier rival, ha mostrado carácter en determinadas pistas para poder sumar cuando parecía casi imposible (León, Huesca y Cuenca), aunque también ha evidenciado lagunas en momentos puntuales que le han privado de haber aumentado su casillero.
En la despedida de 2018 del Palacio, el BM Logroño supo sacar adelante los puntos gracias al acierto final de Hernández bajo palos y al postrero tanto de Garciandia. El duelo fue equilibrado, con alternativas y son mucha emoción, sobre todo, en los últimos cinco minutos donde tanto Bols como Hernández -preseleccionado para ir al Mundial- acapararon todo el protagonismo impidiendo que sus respectivos oponentes tomaran ventaja. Salvo ese tanto de Garciandia tras un tiempo muerto pedido por Velasco a falta de 16 segundos. El ataque local duró la mitad. Luego Meoki se la jugó desde el centro del campo, ya que el equipo franjivino apostó al último ataque sin portero una vez que Fekete había sido excluido segundos antes, y falló. Triunfo por 23 a 22.
Estaba más cómodo Anaitasuna. Nantes y Krsmancic manejaban los ataques navarros con soltura, mientras que el BM Logroño sólo hacía daño con balones al pivote. Garciandia no estaba atinado. Así, que el conjunto local sufría al no poder amenazar desde lejos. Los recursos locales, además de dar balones a Moreira, pasaban por forzar situaciones de 7 metros, donde Muñoz estuvo perfecto en el primer acto (5 de 5). Ugarte aprovecha la amenaza de Nantes y el pivote se gustaba para superar a Hernández. El 3-5, a los 8 minutos, dejaba entrever los problemas de los franjivinos que se solucionaban con Moreira moviéndose como pez en el agua desde los 6 metros. Llegaba la voltereta, 7-6.
Muñoz, desde los 7 metros, dejaba el 11-9 pasados los 20 minutos. Hubo, a partid de ese instante, menos continuidad. Después del 12-10 se rehízo el bloque navarro para igualar a 12 con un gol a la contra de Etxeberria. Junior Scott sorprendía desde lejos, Muñoz hacía su quinta pena máxima y Moreira remataba la faena después de un polémico tiempo muerto solicitado por Velasco, ya que la bocina sonó después del lanzamiento de Garciandia pese a que la cartulina verde estaba encima de la mesa antes de que se produjera ese tiro. Krsmancic se la jugó para recortar, pero Hernández, tocado durante todo el encuentro, dejó el marcador 15-13.
En el segundo tiempo hubo más interrupciones y poca continuidad en ataque. Las defensas, a la vez que las imprecisiones, se imponían en ambos lados, más allá del empate a 15 después de dos tantos de Méndez y Nantes. Anaitasuna se bloqueaba y pasaba nueve minutos y medio sin anotar. Claro que el BM Logroño no le iba a la zaga, ocho minutos y medio. Así que los de Velasco, con opciones para escaparse, sólo se distanciaron 17-15.
Kukic ponía el 18-16 y rompía la sequía de los riojanos. Se sucedían los goles para el 19-19 después de que Bols parara un 7 metros, a la séptima, a Muñoz. Incluso el portero danés permitía que Ugarte colocara a los suyos por delante 19-20 (gracias a un parcial de 0-3) con diez minutos para el final. Romeo, en su única aparición bajo palos, le paraba un penalti a Krsmancic. Mientras que Kukic era el argumento para reconducir la situación en los riojanos y merced a sus penetraciones forzaba el 22-21, rápidamente respondido por Etxeberria para enfilar los últimos 5 minutos con empate a 22.
Bols y Hernández se ganarían los elogios hasta el pitido final. El meta de los navarros frenaba a Muñoz. Y el de los riojanos hacía lo propio con Krsmancic. De nuevo Bols aparecía ante Kukic y Hernández repetía ante Etxberria y eso que Fekete había dejado a los suyos con uno menos segundos antes. Velasco paraba el cronómetro con 16 segundos por delante. Garciandia asumió la responsabilidad con acierto. Meoki, a la desesperada, desde el círculo central la mandaba arriba. No había portero. Tuvo el empate en su mano. Se la jugó Velasco y tuvo fortuna para dejar al BM Logroño quinto en la clasificación.
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