En La Rioja, un 40% de la población tiene sobrepeso y un 17% obesidad

Cada 12 de noviembre se celebra el Día Mundial contra la Obesidad, una enfermedad que ya se ha convertido en la pandemia del siglo XXI y que a pesar de la labor de concienciación sigue en aumento. Los datos de obesidad y sobrepeso siguen siendo alarmantes en España, donde la tasa de obesidad se ha multiplicado por dos en los últimos 20 años. En la actualidad, más del 50% de la población española está por encima de su peso ideal, padeciendo obesidad o sobrepeso. Pero de seguir así, las previsiones son peores todavía, porque se calcula que en todo el mundo la mitad de la población tendrá obesidad (sin contar el sobrepeso) en el año 2030, y en 2050, el 60%.

Estos datos llevados al terreno riojano ponen sobre la mesa una situación igualmente alarmante: En La Rioja, a pesar de ser de una de las comunidades con menor prevalencia de obesidad, más del 17% de la población adulta sufre obesidad y el 39% tiene sobrepeso. Aún así, la prevalencia de la obesidad en La Rioja no es tan negativa como la media nacional.

Alrededor de 23% de la sociedad adulta española es obesa y un 38% sufre sobrepeso. En niños y adolescentes el porcentaje sería de 25% (sobrepeso) y 15% (obesos). Es decir, de cada 10 niños y adolescentes de 2 a 17 años, 2 tienen sobrepeso y 1 obesidad. Y si atendemos a la obesidad mórbida, un 1,2% de la sociedad sufre esta patología (0,6% son hombres y el 1,8% mujeres).

Las causas: vida sedentaria y mala alimentación

Entre los hábitos de vida directamente relacionados con el sobrepeso destaca dormir menos de 8 horas, disponer en el dormitorio de elementos como televisión o consolas, y por supuesto, desayunar de una manera incorrecta. Y según explica el doctor Martínez Ubieto, cirujano especializado en el tratamiento de la obesidad, “las cifras son alarmantes porque debemos tener en cuenta que la obesidad infantil supone un incremento de la posibilidad de padecer accidentes cardiovasculares en la edad adulta, así como otras patologías asociadas a la obesidad, como la diabetes, hipertensión, cáncer, etcétera”.

En recientes estudios también se ha determinado que el incremento de la obesidad también puede estar relacionado en algunos casos con un bajo poder adquisitivo, ya que “se optar por comprar comidas baratas, muy relacionadas con la conocida comida basura, o un concepto nuevo que surge conocido como la jonk food”. Se trata de comida muy calórica, rica en grasa pero pobre en minerales, vitaminas y otros nutrientes.

Consecuencias

Entre las consecuencias más directas de la obesidad se encuentra la hipertensión arterial, apnea del sueño, fatiga, distintos tipos de tumores y diabetes tipo 2.

Por otra parte, recientemente se ha confirmado que la obesidad aumenta las posibilidades de padecer cáncer de estómago, hígado, vesícula, páncreas, ovarios, tiroides, mieloma múltiple y meningioma.