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Opinión - Vivir sobre un polvorín. Por Rosa María Artal

“Para muchas es demasiado tarde, que no lo sea para todas”

"Para muchas es demasiado tarde, que no lo sea para todas"

Rioja2

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Numerosas personas han hecho hoy un paréntesis en su jornada festiva para concentrarse en señal de apoyo a las tres víctimas de las agresiones machistas producidas durante el primer fin de semana en Logroño -dos de ellas menores de edad- y decirles que no están solas.

La concentración, convocada por el colectivo feminista Mujeres enRE_BELDÍA, ha tenido lugar en la Plaza del Mercado y ha contado con pancartas en las que, entre otros lemas, se podían leer lemas como 'Vivas nos queremos', 'Feminismo. Hermanas para no morir' o 'Si eliges el lado neutral, eliges el lado opresor'.

“Parece como si no pasara nada, en esta ciudad las fiestas siguen y parecen que como no han denunciado, pierden credibilidad”, ha explicado una portavoz del colectivo, quien ha recordado que “la mayoría de las mujeres no denuncian porque no creen en la justicia y porque les hacen pasar un calvario cuando denuncian”.

Con esta concentración han querido denunciar el comportamiento de aquellos hombres que “ven el cuerpo de las mujeres como un objeto de placer y consumo. Hombres que se creen con el derecho de agredir y violar impunemente porque si quieren algo, simplemente lo cogen, y no admiten un no por respuesta”.

Los agresores, han dicho, “se sienten legitimados”, y la complicidad entre varones juega un papel importante. “Dejemos de reír las gracias machistas, dejemos de proteger a los agresores. Para muchas es demasiado tarde, que no lo sea para todas”.

Las agresiones

La primera agresión se produjo en las primeras horas de la semana festiva, el sábado, en el entorno de la calle Cigüeña. Esa misma madrugada una joven sufría otra agresión en una discoteca de Duquesa de la Victoria. En este caso tuvo que intervenir la policía y la víctima acabó en Urgencias con dos dientes rotos y siete puntos de sutura.

Apenas 24 horas después, una tercera agresión. Un joven intentó arrastrar a una chica a un rincón en el entorno del antiguo edificio de Correos. Por suerte, la joven consiguió escapar, aunque tuvo que ser atendida por su estado de ansiedad.

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