El 22% de los conductores riojanos admite coger el coche después de haber bebido alcohol

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Alcohol y conducción son incompatibles. Según datos de la DGT, su consumo genera entre el 30% y el 50% de los accidentes mortales. Sin embargo, un importante porcentaje de conductores sigue sin cumplir la recomendación de que cuando hay que ponerse al volante se debe optar por bebidas sin alcohol.

En La Rioja, el 22% reconoce conducir después de haber bebido alcohol, lo que la sitúa por debajo de la media en España, que es de un 25%, más en el caso de los hombres (31%) que las mujeres (18%). Las que más destacan por esta práctica son Baleares (34%), el País Vasco (31%) y Navarra y Murcia (29%). Son algunas de las conclusiones extraídas del estudio 'Hábitos de conducción 2018' elaborado en el marco de la Campaña de seguridad vial 'Un refresco, tu mejor combustible', una iniciativa del RACE y la Asociación de Bebidas Refrescantes, ANFABRA, con el apoyo de la DGT, que se puso en marcha hace 13 años con el objetivo de reducir el número de accidentes.

En el caso de los conductores de La Rioja, el 81% utilizan el coche para viajar, superando la media nacional que es del 73%. Las comunidades en las que más se desplazan en coche para recorridos de larga distancia son Madrid (85%), Aragón, Asturias y la Rioja (81%), País Vasco (79%) y Castilla y León (79%). En cambio, lo usan menos los habitantes de las islas Baleares (32%) y Canarias (29%).

En los largos recorridos, un 17% de los riojanos afirma no parar, dato que es preocupante ya que está por encima de la media nacional, que se sitúa en un 14%. Además, el 83% no hace las paradas recomendadas, superando de nuevo la media nacional.

Frente a la fatiga, descanso e hidratación

Además del mencionado estudio de hábitos en el que se ha encuestado a 3.026 conductores, en esta ocasión, dentro de la Campaña del RACE y ANFABRA, también se ha realizado un estudio con el Instituto de Biomecánica de Valencia (IBM), en el que se muestran los efectos de la conducción prolongada y la postura en el cansancio físico y mental.

Las pruebas muestran que a partir de las dos horas de conducción se empiezan a detectar alteraciones en la visión, en los movimientos y en la toma de decisiones. La continua exposición a las vibraciones del vehículo y la postura adoptada da lugar a una alteración de las curvaturas naturales de la espalda, el aumento de la presión intervertebral, el aumento de la actividad muscular en diferentes zonas, las oclusiones en la presión sanguínea, así como cambios en las presiones soportadas en los tejidos blandos.

Mantener una adecuada hidratación, especialmente en verano y en viajes largos, también es importante. Sin embargo, un 61% de los conductores no son conscientes de que provoca reducción de la atención, dolor de cabeza, cansancio y fatiga muscular.

Estudios realizados previamente por el RACE en simuladores de conducción y en el marco de esta campaña de prevención de la fatiga indican que un nivel bajo de hidratación y glucosa aumenta en un 66% la agresividad al volante, provoca un 33% más de salidas de la vía y reduce la concentración en un 27%. De hecho, los conductores que viajan con un nivel de hidratación insuficiente cometen los mismos errores que los que lo hacen bajo los efectos del alcohol.

Atención a los cortos desplazamientos y las vías secundarias

En verano, además de los largos desplazamientos, se producen muchos otros por carreteras secundarias, en muchas ocasiones conocidas por el conductor, lo que aumenta el nivel de confianza y hace disminuir la precaución. También se coge el coche para acudir a las muchas fiestas patronales que se celebran en estas fechas, donde el cansancio, la conducción nocturna y el consumo de alcohol son frecuentes. Todo ello hace que la siniestralidad se dispare. Por eso, la campaña recuerda que es importante descansar y que el alcohol y conducción son incompatibles, ya que no sólo supone una infracción sino que, además, multiplica por nueve el riesgo de accidente.

Consejos para evitar la fatiga al volante este verano

Para evitar la aparición de la fatiga, hay que tener en cuenta que conocer los síntomas es la mejor forma de prevenirla. En los largos desplazamientos hay que recordar tres reglas básicas: parar al menos cada 2 horas, estirarse y aprovechar para beber un refresco, para mantener el tono físico y la capacidad de atención.

Ponte en carretera descansado: duerme un mínimo de 7 horas e intenta evitar viajes después de terminar tu jornada laboral.

Viajar de forma cómoda reduce la fatiga, ajusta bien el asiento (banqueta y respaldo), el reposacabezas y haz un reglaje en profundidad y altura del volante.

Tómate la conducción de forma relajada y no intentes recuperar el tiempo perdido tras un atasco. El objetivo es llegar, y llegar bien.

No bajes la vigilancia en los kilómetros finales, ya que muchos accidentes se producen en estos momentos.

Durante el viaje, descansa cada dos horas o 200 kilómetros, y aprovecha para hacer unos estiramientos para recuperar el tono físico. Reduce este plazo si viajas de noche.

Mantente hidratado, ya que la falta de líquidos provoca, entre otras cosas, una reducción de la atención, dolor de cabeza y cansancio muscular.

Cuando pares, toma una bebida refrescante ya que, además de hidratarte, ayudará a despejarte y mejora los niveles de atención. Un refresco es tu mejor combustible… Quita la sed, no los puntos.

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