“La Voz Kids es el programa de mi vida”

A Alberto lo que más le gusta es contar historias. Por eso estudió Comunicación Audiovisual, y por eso ha trabajado en distintos formatos de televisión, siempre bajo esa premisa. Este arnedano de 32 años volverá en septiembre como redactor a una nueva edición La Voz Kids y atesora ya una larga experiencia en programas de información, testimonios o talent shows.

Sus comienzos fueron como 'chico Hermida'. Tras acabar la carrera de Comunicación Audiovisual en Madrid, Alberto Arnedo decidió estudiar el máster que dirigía Jesús Hermida y en el que tenía profesores como Jesús Vázquez, Mariló Montero o Nieves Herrero. “Jesús y su mujer, Begoña, se implicaban un montón. Aprendí mucho”. Este máster fue, además, un trampolín profesional. “Gracias a él conseguí prácticas en Telemadrid. Fue fundamental. Si no hubiera sido por el máster, no estaría donde estoy ahora”.

Allí comenzó como auxiliar, minutando vídeos, pero “enseguida te lanzan a los leones” y, a los dos años, ya estaba trabajando con cámaras ocultas investigando temas delicados. “Hice una cámara oculta a la hermana de Samu, uno de los implicados en el asesinado de Marta del Castillo”.

En plena Nochevieja, Alberto recibió la llamada del director de Informativos de La Sexta, que quería contar con él para un nuevo programa de actualidad política para los sábados por la noche, conducido por Iñaki López: 'La Sexta Noche'. “Ya tenían periodistas más informativos y creo que necesitaban gente que contara las historias de otra manera, de forma que todo el mundo las entendiera”. Una labor que le supuso un gran esfuerzo: “Tuve que ponerme al día y empollar mucho, pero acabé coordinando el programa”.

Tras dos años, dejó La Sexta Noche para asumir la subdirección de 'Un Tiempo Nuevo', un programa de debate con Sandra Barneda al frente. “Fue un año duro, era un programa muy exigente, en prime time y la audiencia fue regular, pero aprendí mucho”.

La Voz Kids

Y de ahí, a 'La Voz Kids', “el programa de mi vida”. Aunque Alberto reconoce que donde más periodista se siente es en la actualidad, sentía la necesidad de cambiar y así llegó a este talent show infantil, “todo un mastodonte de programa, donde todo está controlado y, sobre todo, descubres las maravillas que tienen los niños, te dan lecciones constantes”.

Una riojana en 'La Voz Kids'

Alberto quiere romper una lanza a favor del trato a los niños en este programa: “Hay muchos prejuicios, pero los niños están muy bien tratados, tienen sus psicólogos, están acompañados en todo momento, se lo pasan muy bien... para ellos es como un campamento de verano y cuando se van lloran porque se tienen que despedir de sus amigos, no por perder”.

“Yo nunca había trabajado con niños y es mágico. Ves lo trabajadores que son, lo transparentes, lo valientes...” Alberto tiene que entrevistarlos, lo que requiere mucho tacto: “Tienes que ganarse su confianza y tener la responsabilidad de que, ante todo, se lo pasen bien y se queden con ganas de más”.

El riojano no tiene más que palabras de elogio para el formato, para los coaches -“es impresionante el cariño que les dan a los niños”- y para el presentador, Jesús Vázquez: “Es súper trabajador. Yo lo admiraba de pequeño, ¡quién me iba a decir a mí que iba a estar trabajando a su lado!”.

Una profesión vocacional

No es el único formato exitoso en el que este arnedano ha trabajado. También lo ha hecho en 'Casados a primera vista', un original programa en el que los participantes conocen a su pareja en el momento justo de la boda. “Dicen que es mentira, que está guionizado, pero no es así. La realidad supera a la ficción. Son gente que cree en el amor y todo lo que se ve en la tele, pasa en realidad. Nosotros somos meros testigos”.

Además, Alberto ha trabajado con Carlos Sobera en el programa de testimonios de Telecinco 'Volverte a Ver', de Carlos Sobera, y ahora está grabando para Cuatro el reality 'Me cambio de apellido'.

Una larga carrera profesional que no ha hecho más que empezar y con la que Alberto se siente muy realizado. “Esta profesión es vocacional, tienes que echar muchas horas, no se pueden hacer planes, pero compensa con toda la gente nueva que te encuentras, los lugares a los que viajas, las historias que conoces. Es sacrificado, pero muy bonito”.