Los repartidores se la juegan cada vez que pides comida a domicilio cuando llueve

La tormenta que este sábado cayó sobre Logroño pilló desprevenidos a muchos, que corrieron a refugiarse en bares o que optaron por no salir de casa y observar el granizo desde la ventana. Sin embargo, no todos tienen esa suerte. Con el mal tiempo, aumentan los pedidos de comida a domicilio y también los peligros para los repartidores, que se ven obligados a conducir en condiciones adversas.

Diego (nombre ficticio) trabaja como repartidor para una cadena de comida rápida de Logroño. Hasta ahora había librado, pero ayer sufrió su primera caída con la moto, repartiendo en mitad de la tormenta. Se golpeó el hombro y la rodilla y tuvo que acudir a Urgencias. Afortunadamente sólo tiene contusiones, pero un compañero suyo lleva de baja casi dos meses por un accidente similar.

“Los días que hace mal tiempo, y más en fin de semana, hay más pedidos a domicilio”, explica Diego, quien detalla que no hay más accidentes siempre que llueve, pero “sin duda sí hay más riesgo”. Y es que conducir con la calzada mojada, en medio de una tormenta o incluso de una granizada como la de ayer no es tarea fácil.

“Depende también de la experiencia del conductor o del tráfico que haya”, detalla Diego, quien también se queja de que muchas veces las motos no están en condiciones: “hay algunas que no frenan lo que deberían y el agarre de los neumáticos es bastante pobre, lo que en días de lluvia se nota mucho”.

Lo cierto es que un aumento de pedidos por la lluvia es beneficioso para la empresa, pero no tanto para sus repartidores, que se ponen en peligro. ¿Es ético, por tanto, pedir comida a domicilio en días como el de ayer, sabiendo que el repartidor se la juega? ¿Es bueno que llueva para estos negocios? Diego lo tiene claro: “Yo prefiero mil veces q no llueva porque al final trabajo más o menos siempre hay”.