Las abejas invaden La Rioja: los bomberos actúan en 130 enjambres en poco más de un mes

Sólo este pasado sábado, los bomberos del CEIS Rioja actuaron en la retirada de diez enjambres de abejas. Es sólo una muestra de la altísima incidencia que están teniendo estas intervenciones en las últimas semanas.

“Está siendo una primavera muy muy intensa”, señala Alfonso Fernández, Sargento de Formación e Instrucción del CEIS. La causa de esta proliferación de enjambres, especialmente en La Rioja Alta, está muy clara. “Todo tiene que ver con la pluviometría”, explica Fernández, “cuanta más lluvia, más flor, crecen las colonias porque se poliniza mucho más y eso hace que las abejas vayan buscando sus lugares”.

El año pasado, con la sequía, no se produjeron apenas intervenciones para eliminar enjambres de riesgo. En concreto, en todo el mes de mayo de 2017, se realizaron ocho intervenciones. En el mismo mes de este año se han contabilizado 70.

“El otro día retiramos un enjambre con decenas de kilos de miel. Es impresionante lo que hay este año”

El mes de junio todavía se prevé más intenso. Mientras que en todo el mes de 2017 hubo 15 intervenciones de los bomberos, en los 18 días transcurridos de este mes de junio ha habido ya más de 50.

“Este año es muy impresionante”, explica el responsable de Formación de los Bomberos del CEIS, “es la mezcla de la pluviometría y las temperaturas las que han hecho que proliferen las abejas de forma tan espectacular”.

¿Qué hacer cuando aparece un enjambre?

Lo primero que hay que hacer si detectamos un ejambre en una vivienda o en un lugar en el que pueda ocasionar algún peligro, es llamar al teléfono de Emergencias 112. “Son ellos los que filtran y determinan la urgencia de la intervención”, explican los bomberos, “luego nosotros vamos al lugar y valoramos cada caso porque, si no hay ningún riesgo, tendemos siempre a no intervenir para que sigan su ciclo natural”.

Diez enjambres en un solo día

Si el ejambre está en una vivienda o incluso en un árbol de una zona urbana donde puede entrañar algún inconveniente, los bomberos, ataviados con trajes especiales de apicultura, actúan de inmediato. “Llevamos cajas especiales para meter el 'enjambrazón', hay que conseguir que entre la reina y luego esperar media hora o una hora a que todas las demás le sigan”, explican, “entones nos las llevamos al parque y llamamos a algún apicultor de la zona (tenemos una lista de apicultores), para que vengan a recogerlas”.

Enjambres impresionantes con kilos y kilos de miel

Cuando llegue el calor más intenso, remitirá la 'invasión' de abejas. Ahora van buscando su hueco, un lugar para protegerse y crear su colmenta. “Primero van las abejas lanzadera a buscar el sitio perfecto para su reina, cuando lo encuantran, la reina se instala y con ella todas las demás”, explica Fernández.

Les sirve casi cualquier lugar: una persiana, una grieta en la pared o incluso un árbol o una farola. “Cuando están al aire libre es muy fácil retirarlas”, cuentan los bomberos, “el problema es cuando se instalan en un hueco o una grieta de una pared, sobre todo en las zonas rurales, en las casas antiguas, ahí hay que ser meticuloso para que salgan bien todas”. En estos casos, se usa una cámara de calor porque, más allá de lo que se ve, a veces hay mucho más por dentro. El trabajo es más complicado también porque después hay que sellar la grieta o el hueco y comprobar que no haya otro cerca.

Cada enjambre lo habitan entre 10.000 y 30.000 abejas, a veces incluso más. “El otro día por ejemplo retiramos un enjambre del que extrajimos tres cajas grandes de miel, kilos y kilos, ese desde luego no era de este año. En ese caso, el apicultor viene con nosotros y se lleva tanto la miel como las abejas”, cuentan, “es realmente impresionante”.

Las abejas no serán la única consecuencia de las lluvias

Los bomberos del CEIS tienen claro que la proliferación de las abejas no será la única consecuencia de esta primavera lluviosa. “Nos estamos preparando para un verano con muchísimos incendios agrarios, sobre todo en cunetas”, cuentan.

La alta pluviometría de las últimas semanas ha hecho que crezca muchísimo la vegetación. En las zonas menos controladas, como las cunetas, esto supondrá un problema cuando empiece a secarse con la llegada del verano.