El Sporting se vuelve a quedar a las puertas

Otra vez a las puertas del ascenso. Quinta campaña con opciones y quinta ocasión en la que el Sporting La Rioja se queda con las ganas. Si la temporada pasada Puchi no le permitió disputar la liguilla final, en esta oportunidad todo se decidió en la última hora de la temporada. A las de Luismi Ascorbe les valía el empate. Pero se comprobó que Alcobendas fue mejor equipo, administró mejor sus emociones y pronto supo ponerse de cara para no fajar en su empeño de regresar a la máxima categoría después de haber caído hace unos meses. Así que el Sporting La Rioja deberá esperar tras el excesivo 18-28 vivido en el Ovni de Sagunto.

Las riojanas se pusieron por delante, 0-1. Fue un espejismo porque rápidamente se comprobaría que Alcobendas iba a imponer su ley. Las logroñesas se armaron de valor para empatar a 4, con el esfuerzo que suponía para un equipo al que le cuesta anotar, pero vio como en apenas 7 minutos las madrileñas aprovecharon su velocidad para desarmar a una defensa sólida ante ataques posicionales, pero que sufría cuando su adversario montaba transiciones rápidas.

De esta manera, a los 21 minutos de juego, con el 4-8, Luismi Ascorbe tuvo que pedir tiempo muerto para reorganizar ideas, recuperar la intensidad y tratar de ver algo la luz en ataque. Irati daba esperanzas, pero Alcobendas había puesto en marcha su maquinaria y estaba haciendo mucho daño desde el pivote. Con el 5-9, Encinas aparecía en escena para hacer más difícil todavía la remontada.

Entre Navarro y Masha se inventaron un pase de ‘quaterback’ para reducir a tres. Seguía siendo insuficiente. Había que apretar los dientes en defensa, empezar a trabar a las madrileñas y aclarar los conceptos ofensivos. Irati -acabó con 6 goles-era el recurso de las riojanas, aunque Alcobendas se sentía cómoda. Demasiado. Con el 7-13 aumentaba el tiempo de sus posesiones. Todo lo contrario que un Sporting alocado, ansioso, nervioso y perdido cuando tenía que asumir el mando de las operaciones. El problema es que casi no acababa las jugadas, lo cual le impedía siquiera lanzar a portería.

Para revertir la situación había que recuperar las buenas sensaciones en defensa, que ya no estaban. Restaban 30 minutos. Había que cambiar el escenario por completo. Los intentos fueron baldíos. Alcobendas seguía a lo suyo, lástima que el Sporting La Rioja también. El cronómetro corría y después de 13 minutos del segundo tiempo la diferencia era la misma, 12-19. Es más, las madrileñas estiraban el chicle para hundir a sus oponentes, 12-21.

Entonces, como tirando de orgullo y mejorando sus prestaciones en ambos lados de la pista, las logroñesas comenzaron a buscar el imposible. Por de pronto, parcial de 2-0 que se amplió para colocarse a 4 goles, 18-22, con apenas 7 minutos para el final. El problema radicaba en que cada defensa se tenía que concebir como la última y cada ataque tenía que acabar en gol. Teresa, desde los 7 metros, devolvía a la realidad a un Sporting que tuvo su bola para haberse puesto a tres.

Ahí murió el sueño de las riojanas. Había que arriesgar. Ataques sin portera, robo y contra para prácticamente sentenciar el duelo y el ascenso para Alcobendas, 18-24. La agonía se prolongó porque Danielle tuvo que ser retirada en camilla por un golpe. Apenas tres minutos para concluir el choque, con un marcador abultado (18-28), y la campaña para un Sporting La Rioja que se vuelve a quedar a medias.