La ilusión del recién llegado

“Competitivo, agresivo, ganador, rápido, inteligente…”. Esa es la Unión Deportiva Logroñés que viene. Al menos para las tres próximas temporadas, “que pueden ser tres, ocho o una”. Carlos Lasheras ha sido presentado este lunes como director deportivo del cuadro blanquirrojo, parcela que ocupará, sobre el papel, durante tres campañas. Sin ‘aterrizar’ casi en Logroño ya debe ponerse manos a la obra para reestructurar la plantilla de cara al nuevo curso. Por el momento, cuenta con seis piezas: Rubén Martínez, Arnedo, Marcos André, Salvador (hasta junio de 2019), César Remón, Paredes (hasta 2020). El siguiente paso es “pensar en lo que nos interesa de la actual plantilla”.

Para ello, tendrá un trato diario con Sergio Rodríguez. El mismo que mantiene con Félix Revuelta. Avisa que le gusta “trabajar a diario con el entrenador, ser una persona de apoyo, ver los entrenamientos, charlar con el entrenador, estar con los jugadores…”. Asimismo, apunta que “me gusta estar al día de todas las categorías porque el fútbol base es importante”.

Más allá de los resultados y de cumplir con los objetivos, “que Logroño vuelva al fútbol profesional”, Carlos Lasheras insiste en que “estos tres años son suficientes para poner las bases en la estructura del club” porque “no hay que separar los objetivos con hacer crecer esa estructura”. En esta línea, argumenta que “todos estamos de paso, por lo que es importante crear una secretaría técnica para que los que vengan se puedan aprovechar del trabajo realizado”, todo ello sin “olvidarse del objetivo diario”.

El nuevo director deportivo llega a la entidad blanquirroja “ilusionado” después de dos años sin trabajar, aunque en el primero estuvo ligado indirectamente con el Alcorcón y el segundo lo ha aprovechado para mejorar su inglés y ver fútbol, a la vez que seguir el mercado de Segunda y Segunda B. Ya señala que “hay margen de mejora” en un “proyecto ilusionante” en el que “voy a aportar la experiencia en la categoría”. Ahí está su paso por el Alavés, donde coincidió con Sergio Rodríguez (por aquel entonces jugador blanquiazul), Burgos, Mirandés -su club más exitoso- y Ponferradina.

Habla de las fortalezas de la UDL, “está rodeado de un potencial enorme ya que es un club con margen de mejora, en una ciudad con ganas de ver fútbol profesional”. Por el otro lado, a la hora de indicar las debilidades no se quiere mojar púbicamente: “Son aspectos a estudiar y que vamos a mejorar poco a poco”. Quizá por ello destacó, y fue prudente, cuando constató lo difícil que es llegar a Segunda. “El paso de Segunda B a Segunda es muy complicado. No es fácil dar el salto” con 80 clubes que buscan lo mismo. Lo primordial pasa por “hacer una plantilla competitiva y que nos coloque en los puestos cabeceros”.

Máxime si el verano de 2019 llega la reestructuración de la categoría consensuada hace unos días y que debe ser aprobada en la Asamblea de la Española. Se necesitaría acabar entre los cinco primeros la próxima temporada para ganarse una plaza en esa categoría intermedia. Situación que ve bien Carlos Lasheras, ya que “es una reestructuración positiva, por cuanto esa categoría es positiva para la profesionalización de los clubes”. No en vano, apunta que “esa categoría serviría para amortiguar las caídas de Segunda”. Es decir que esa diferencia entre el fútbol profesional y el aficionado se ampliaría. Aunque, el director deportivo de la UDL es de la opinión de “todos debemos mejorar, los entrenadores, los jugadores…”.