El Tarot y la Videncia cómo hábitos inconfesables

Existen hábitos y costumbres que perduran a lo largo del tiempo y que como sociedad vamos realizando continuamente aunque no lo comentemos y parezca algo que nadie hace o usa.

Por ejemplo, casi ningún hombre va a reconocer que ha recurrido a servicios pagados con una mujer para buscar placer pero en cambio vemos los periódicos de papel con anuncios y las carreteras con clubs de luces rojas.

Pero aquí vamos a centrarnos en otra práctica más benigna y a la que recurren diariamente multitud de personas en busca de respuestas y para resolver sus dudas o simplemente para hablar un rato con alguien que las escuche y le dé su opinión.

Nos referimos a los servicios de tarot y videncia que podemos encontrar por todo internet. Es obvio que como en todo colectivo los hay fiables y buenos y también aquellos que realmente no son lo que dicen ser y quien ha llamado termina defraudado por lo que han obtenido después de la consulta.

A la hora de elegir a un buen tarot es fundamental que este sea atendido por una vidente sin gabinete para que la consulta sea real y efectiva. Es probable que se pregunten qué es un gabinete de tarot, pero tranquilidad porque vamos a explicártelo con un simple ejemplo.

Un gabinete es lo mismo que los Call Center de llamadas que tienen las operadoras telefónicas y es donde te atienden cuando tú llamas. Por regla general se encuentran en Sudamérica. Pues esto mismo ocurre con la videncia y el tarot.

Allí los sueldos son más bajos y por tanto el coste de la consulta es menor pero te atienden desde un lugar donde se encuentran todas las supuestas videntes juntas.

No es posible tener videncia, en el caso de que la vidente sea real, en un lugar donde se encuentra rodeada de otras personas. La concentración es imposible.

La única manera de poder realizar una consulta seria es desde tu propia casa y atendiendo por teléfono desde la misma.

El arte de adivinar el futuro lleva practicándose desde tiempos inmemoriales y es efectivo.

Si no fuera así no habría perdurado tanto en el tiempo. Al mismo han recurrido y recurren Reyes, políticos y personas de un alto poder adquisitivo.

Ahora pasa por una mala racha por culpa de los falsos videntes. Si tienes la suerte de encontrar a una buena te vas a sorprender con lo que te va a contar de tu pasado, sin que ella tenga razón para saberlo, y sobre todo de tu futuro.

Como te he dicho es algo que casi nadie te va a reconocer que hace pero las cifras están ahí y cada día son miles de personas las que en España recurren a estos servicios. Solo debes de dar con una buena, a la que vas a distinguir desde un primer momento si eres avispada, y comprenderás el motivo de porque lleva consultándose desde el inicio de los tiempos.