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Cuarto Creciente, un espacio donde los niños toman las riendas de lo que aprenden

Cuarto Creciente, un espacio donde los niños toman las riendas de lo que aprenden

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En algo más de tres meses terminará el primer curso en esta escuela activa. Y es que el germen de La Arboleda finalmente ha cuajado en Cuarto Creciente. Elena Moreta está al frente de esta escuela en la que los niños son el sujeto activo de su aprendizaje. Moreta es guía Montessori de Casa de Niños y también máster en psicología infantil y crianza respetuosa. El equipo lo completa Jessica Lozano. Graduada en Magisterio de Educación Infantil, tiene formación complementaria Montessori y máster en psicología infantil y crianza respetuosa.

¿Cuáles son las características de una escuela activa?

Una escuela activa es un colegio donde los niños son el sujeto activo de su aprendizaje. Cuando llegan al centro, no se sientan en una silla esperando pasivamente a que un adulto les diga qué es lo que tienen que hacer, sino que ellos mismos toman las riendas sobre qué es aquello que les apetece aprender, lo cual es importante, porque significa que es aquello para que lo que su cerebro está preparado en un momento determinado. Esto es posible porque el aprendizaje se realiza de manera vivencial, a través de la experimentación con materiales adecuados para ello, que tienen a su alcance en todo momento, colocado en estanterías de su propio tamaño. De esta manera, el adulto se convierte en un guía, que acompaña al niño en su aprendizaje, pero el papel protagonista, le pertenece al niño, que se mueve por el aula con total libertad.

Una escuela con unas características diferentes a la escuela tradicional y también con una metodología diferente...

En nuestro centro, concretamente, la metodología que empleamos en el plano cognitivo es la pedagogía Montessori. Para ello, los niños cuentan con un aula específica donde trabajan con todo el material manipulativo que la Dra. Montessori desarrolló, dividida en cinco áreas de conocimiento para los niños de 3 a 6 años, tal y como indica el método: Vida práctica, sensorial, áreas culturales, matemáticas y lenguaje. Por otro lado, no renunciamos a otras metodologías que complementan el desarrollo integral del niño, por ejemplo, la Educación Creadora desarrollada por Arno Stern, en la que los niños se expresan a través del arte, aprendizaje musical mediante métodos constructivistas, la importancia fundamental de la psicomotricidad como base para el desarrollo cerebral, el contacto con la naturaleza y sus ciclos según ciertos aspectos Waldorf, o el enfoque de la teoría de las inteligencias múltiples, de Howard Gardner. Nuestro centro, además, es bilingüe, ya que somos conscientes de la importancia de que los niños tomen contacto con un segundo idioma en esta etapa, en la que su cerebro aún les permite realizar un aprendizaje por asociación y no por traducción a su lengua materna.

Una escuela, Cuarto Creciente, que es la única de estas características que existe en La Rioja...

De momento sí aunque aunque en otras comunidades este tipo de escuelas tienen ya una larga trayectoria, en La Rioja es la primera de las denominadas activas. Lo que la distingue de otro tipo de centros, es que en nuestro colegio los padres pueden permanecer en el interior de las aulas acompañando a sus hijos mientras tiene lugar el periodo de adaptación. Además, los niños de tres años pueden venir al centro con pañal, si es que lo necesitan por estar aún en proceso de control de esfínteres, lo cual es muy importante, porque forzar el control de esfínteres puede tener graves consecuencias psicológicas. Los niños tienen libertad de movimiento dentro de las aulas, algo crucial para los niños en esta etapa, y sobre todo, llevamos a cabo un verdadero acompañamiento emocional. En nuestro centro, se respeta la expresión de cualquier tipo de sentimiento, y acompañamos al niño cuando necesita llorar, se siente triste o enfadado. Sabemos que todo sentimiento es legítimo, todas las emociones tienen su función autorreguladora, y por este motivo, cuando la emoción se acepta, al escucharla y no negarla, la dejamos fluir y no se estanca en nosotros.

En algo más de tres meses finaliza este primer curso, ¿cómo ha ido?

Sinceramente bien. Ahora mismo tenemos diez alumnos, lo que nos permite tener una ratio 1/5 (1 acompañante por cada 5 alumnos). Aún así, el máximo de alumnos por aula lo hemos establecido en 20, por lo que en el futuro, nuestra ratio será 1/10, la cual sigue siendo muy baja, y es condición imprescindible para poder realizar un acompañamiento personalizado con cada niño.

Además los padres están muy contentos. Nos dicen que, si algo les sorprende, es que hemos cumplido sus expectativas con creces. Algo muy curioso que sucedía a principio de curso, es que los niños no lloraban a la hora de entrar, pero sí a la hora de salir, porque no querían irse. También nos comentaban los padres que, cuando llegaba el fin de semana, los niños les preguntaban por qué no les llevaban a la escuela, ya que estaban deseando venir. Otra cosa que también nos dijeron, es que las instalaciones de la escuela son aún mejores de lo que esperaban, puesto que cuando se realizaron las matrículas el año pasado, el local de la escuela estaba aún en obras, y las familias solo lo conocían por los planos del proyecto que les enseñamos, de manera que cuando por fin pudieron verlo, se quedaron encantados.

Y cuando estos niños deban incorporarse en un futuro a una escuela tradicional, ¿cómo será la adaptación?

Nuestro colegio actualmente solo recibe a niños del segundo ciclo de Educación Infantil, es decir, de 3 a 6 años, pero estamos ya preparándonos para ampliar y homologar nuestra oferta formativa a la Educación Primaria. De esta manera, cuando los niños terminen su andadura en Cuarto Creciente, les corresponderá asistir al instituto a cursar la ESO, como sucede en cualquier colegio tradicional. Nosotras no podemos hablar por experiencia propia, ya que acabamos de empezar, pero tras habernos puesto en contacto con varias escuelas activas de la geografía española, antes de iniciar nuestro proyecto, nos comentaban cómo los alumnos de este tipo de centros, cuando llegan al instituto, se adaptan incluso mejor que los que proceden de colegios tradicionales, ya que llegan con una base muy sólida de conocimientos en el aspecto cognitivo, y con unas herramientas sociales y emocionales muy consolidadas, que les permiten enfrentarse a los retos y los cambios con una fuerte personalidad y autoestima.

Al contrario de lo que piensan algunas personas, los niños que se desarrollan en este tipo de centros no están creciendo en una burbuja, sino en un lugar donde se les permite ser ellos mismos, donde se respetan sus etapas y sus ritmos de aprendizaje, y esto hace de ellos futuros adolescentes y adultos activos, protagonistas de sus propias vidas. De hecho, en estas escuelas que hemos visitado, nos comentaban cómo se acercaban a sus jornadas de puertas abiertas profesores de institutos, para ver qué es lo que hacen allí, porque cuando los alumnos de una escuela activa llegan a sus aulas, lo notan para bien. Son niños que no han perdido su deseo innato de conocer, y cuando llegan al instituto, con 12 años, ya están preparados para aprender de manera intelectual, tal y como desarrolló Jean Piaget en su Psicología del Desarrollo.

El primer curso de la escuela Cuarto Creciente está a punto de finalizar. La escuela, ubicada en la calle Beatos Mena y Navarrete 6, bajo, ya ha comenzado el periodo de matriculación. Además, ya están manteniendo entrevistas con familias interesadas. Si tienes curiosidad y quieres conocer más detalles sobre esta escuela puedes acudir a la jornada de Puertas Abiertas que se celebrará el sábado 24 de marzo a las 12:00 horas y consultar la página web www.escuelacuartocreciente.es, o escribir al email: activa@escuelacuartocreciente.es

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