La realidad del Clavijo es la que es

La realidad del Clavijo es la que es

Rioja2

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Otro tarde en la oficina, otro duelo de esos que pintan muy bien, que se domina durante mucho tiempo y que se tira ante la falta de acierto en ataque. El Clavijo aguantó poco más de veinte minutos. A partir de ahí se vio la peor versión de un equipo precipitado, que tuvo que ir a remolque y que se topó con un Palencia crecido, con confianza y con detalles de calidad, como ese festival de Miso con 11 puntos consecutivos para disparar la diferencia hasta los 20 puntos (86-66) después de que los riojanos mandaron en el electrónico hasta incluso 43-50. Ver para creer, un parcial de 43-21 en los 19 minutos finales. Jenaro Díaz volvió a su idea de utilizar a 8 jugadores -Balamou y Gutenius apenas participaron- en la rotación y aunque sí funcionó ante TAU Castelló, en esta ocasión no tuvo su efecto.

Durante el primer cuarto se vivió un baloncesto de muchos quilates. Al menos, espectáculo existió. Dos equipos pletóricos en el lanzamiento -5 fallos de Palencia y 6 del Clavijo-, con un juego muy rápido, con constantes idas y venidas. Choque eléctrico, demasiado podría pensarse. Iba manejando el marcador, con mínimas ventajas el cuadro riojano merced al acierto inicial de Quintela y Yates. Después sería Coggins el que tomara el protagonismo gracias a sus 12 puntos en estos diez minutos iniciales.

Tras el 7-10 se dio paso al 17-16. Y es que el intercambio de canastas era constante. Los de Alejandro Martínez apostaban por el juego colectivo. Funcionaba: 10 asistencias en el primer cuarto. También por los triples, 5 de 6. Aun con ese gran acierto de los locales, los de Jenaro Díaz estaban lúcidos en ataque para mantener el ritmo anotador sin excesivos apuros. Y eso que Garrido, base que la temporada pasada estuvo en Logroño, estaba complicando la existencia a los riojanos con 11 puntos y llevando al Palencia a posicionarse por delante en un cuarto mágico de ataque y nula defensa que se cerró con canasta de Busma, otro ex, para hacer el 29-26.

Tras la breve charla ambos conjuntos bajaron la viveza en el juego. Por lo menos no hubo tanta efectividad porque la idea sí que era más o menos similar, la de mantener la intensidad y la agresividad cara al aro rival. Los palentinos continuaron lanzados desde los 6,75 (7 de 9 al descanso y 13 de 25 a la conclusión), mientras que los riojanos no le iban atrás, de momento (4 de 10, 7 de 19 al final). Para comprender el buen rendimiento de los riojanos hasta el ecuador hay que acercarse a un 0-9 después de 4 minutos de colapso de los locales en ataque y al casi 70% en tiros de dos por el 50% de su rival. Con estos guarismos, el 43-47 gracias a una canasta final de Bieshaar, animaba a un Clavijo valiente e incisivo.

Pese al 35-32, los de Jenaro Díaz lograron frenar el ímpetu de los anfitriones y se marcaron un 0-9 en 4 minutos con tres triples de Bieshaar, Quintela y Coggins para colocar el 35-41. Los de Alejandro Martínez acusaban las 10 pérdidas de balón en un duelo en el que los visitantes no necesitan cargarse de personales -4 en total al descanso-. Todo lo contrario que Ruffin, que con tres, permitía el lucimiento de Yates. El caso es que a dos minutos de la mitad del encuentro, Adala Moto se estrenaba, 37-45. Sin embargo, dos triples de Garrido y Miso metían a los suyos en la contienda.

VOLTERETA INCREÍBLE

El paso por los vestuarios no le sentó bien al conjunto riojano. El acierto se tornó en fallos y la ventaja fue languideciendo hasta que virar y comprobar que la gasolina parecía haber llegado a su fin en los visitantes. 10 puntos en 10 minutos, mientras que el adversario te dobla (20 puntos). Mala papeleta. Los fantasmas aparecieron. Coggins dejaba el 43-50, pero el empate a 52 era una realidad antes de alcanzar la mitad del cuarto. Quintela adelantaba a los suyos con un triple, 52-55. Entonces vino el horror. Bloqueo en ataque y 7-0 en contra. La superioridad en el rebote de los palentinos iba a más, mientras que desde el tiro libre Pressley y Grimau daban el primer paso para amarrar el triunfo, con el 63-57.

6-0 para comenzar con mal pie el último cuarto y 12 puntos abajo, 69-57. Muy cuesta arriba, todo el trabajo realizado en una soberbia primera parte se había esfumado. La defensa no estaba al nivel, pero es que el ataque había disminuido su aportación de forma considerable. El 75-61, con 6 minutos todavía por delante, era una realidad muy dura. Y faltaba por presenciar el festival de Miso, que con 11 puntos consecutivos (incluidos tres triples) liquidó el duelo, si es que había dudas. Del 75-64 se pasó al 86-66 gracias a que el ex ACB tuvo poco más de dos minutos de inspiración. El 0-5 final sólo sirvió para asear un marcador, 86-71, impensable durante gran parte del partido. Quizá sea la diferencia entre un conjunto que suma 4 victorias seguidas desde que Alejandro Martínez tomó las riendas y otro que es colista; un Clavijo que fue bajando sus prestaciones con el paso de los minutos.

FICHA TÉCNICA

Chocolates Trapa Palencia: Grimau (13), Garrido (14), Pressley (11), Cvetinovic (5) y Ruffin (6), cinco inicial, Miso (17), Pino (4), Busma (16), Campara y Toledo.

Clavijo: Quintela (10), Coggins (22), Cabot (6), Adala Moto (6) y Yates (16), cinco inicial, Bieshaar (7), Phillip (4), Bravo, Balamou y Gutenius.

Parciales: 29-26, 14-21 (43-47 al descanso), 20-10 (63-57) y 23-14 (86-71 al final).

Árbitros: Alberto Baena Arroyo y Joaquín Lizana Moreno.

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