La Princesa logroñesa de Joaquín Sabina

24 de febrero de 2018 05:07h

En estos días en que Joaquín Sabina vuelve a ser noticia por la suspensión de una serie de conciertos en México por motivos de salud, en La Rioja ponemos la vista en una de esas anécdotas que dejan siempre un buen gusto en una ciudad de provincias.

Seguro que son aya muchos los que la conocen, pero habrá otros tantos a los que les sorprenda. Pues bien, resulta que la mujer que inspiró a Sabina para uno de sus himnos más coreados, 'Princesa', es una mujer que conoció en Logroño, y con la que vivió intensos momentos en décadas pasadas.

Así lo reveleva el propio cantante en el libro 'Sabina en carne viva': “Princesa es una chica de Logroño. En realidad, una belleza pintada por Botticelli. Muy hippiosa, extraordinariamente joven y extraordinariamente hermosa. A la que conocía y con la que me acostaba cuando iba a Logroño, y con la que alguna vez me fui a un pueblecito perdido a pasar un fin de semana. Luego se vino a Madrid y fue cayendo en picado. Eso llevó a la heroína y en ese momento hice la canción”. En entrevistas posteriores ha dejado claro que, a pesar de los momentos malos que vivió la protagonista de su canción, ya está bien.

El nexo de unión de Sabina con Logroño fueron dos de nuestros más grandes artistas: Carmen Medrano y Jesús Vicente Aguirre. Se conocieron en Londres y, de la mano de los riojanos, dio sus primeros pasos hacia lo más alto. “Ellos fueron mis amigos, mis tutores, los que me empujaron a continuar en esto de la música porque confiaban más en mí que yo mismo. Para mí, los genios eran ellos cuando los conocí. Jesús Vicente, desde el primer segundo, apostó por mí, me llevaban a sus conciertos de Sevilla, de Arnedo… y les estaré agradecido hasta la eternidad”, ha declarado el artista en algunas entrevistas.

'Princesa' es la herencia de aquel pasado 'riojano' de Joaquín Sabina. Una canción escrita desde el resentimiento que cuenta la historia de un hombre que no es nadie y se enamora de una mujer que considera superior. Al final, las drogas y la mala vida hacen que ella caiga a lo más profundo. Una canción que, después de ser compuesta, tardó tiempo en llegar a los escenarios. “La letra era demasiado dura con ella pero el público la impuso”, ha contado Sabina.