El juego y el resultado no van de la mano

Rioja2

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Esto no hay quién lo entienda. En Mieres se tira a puerta tres veces y se marcan tres goles. Este domingo se generan ocasiones, se crean oportunidades y el portero rival no se agacha ni una vez para coger la pelota de la red. Cosas del fútbol. El Lealtad hizo lo contrario. Tiro de Robert en la primera mitad que detiene sin apuros Miguel. Remate de cabeza de Montero que supera al capitán blanquirrojo con apenas 15 minutos por delante. Suficiente para llevarse los tres puntos y creer que la permanencia es posible. Tampoco es algo que sorprenda, aunque sí es cierto que parecía que se había olvidado eso de merecer más y pagarlo en el resultado final.

Pero esta Unión Deportiva Logroñés, la de Sergio Rodríguez, tiene estas cosas. Al menos no fue cuestión de apatía, de falta de oportunidades, o de endeblez defensiva. Que faltara constancia y regularidad en el juego es posible, que el ritmo y la velocidad en la circulación no fuera siempre la que mejor le convenía a los blanquirrojos, también. Ahí estuvo más fino un Lealtad que fue respirando con el paso de los minutos, que se contentaba con el empate y que se llevó el premio gordo en una acción aislada.

De poco sirvieron dos posibles penaltis a Rubén Martínez y Rayco, uno en cada período, o el gol anulado por fuera de juego de Ñoño. Tampoco los tiros de Ñoño y Rayco que desvió Tejero -el primero aún con empate- o la última que tuvo Chamorro -en su debut- con un remate de cabeza que esquivó la portería. Más allá de la derrota la peor noticia fue que Ramiro se lesionó -falta una exploración más profunda, pero parece dañado el ligamento de la rodilla- y dejó su lugar a Zubiri tras el descanso. Como es lógico la racha de partidos sin perder se quiebra de manera abrupta, además de ceder la cuarta posición, que pasa la Real Sociedad B, con 2 puntos más que los logroñeses.

Apostó Sergio Rodríguez por una nueva idea en Las Gaunas: un centrocampista puro –Arnedo- y a su alrededor futbolistas creativos, con eminente vocación ofensiva y mucho fútbol en sus botas. El balón iba a ser blanquirrojo. Con dos puñales en los costados que daban amplitud, Rubén Martínez y Ñoño –jugaron a pierna cambiada-, y con dos interiores con criterio, además de pausa (Muneta) y movilidad (Rayco), la intención era equilibrar el juego por dentro y fuera hasta encontrar el hueco adecuado.

La propuesta arrancó con fuerza, con ritmo, velocidad y alguna que otra aproximación, como el tiro cruzado de Ñoño que se marchó rozando el poste, el centro de Santos que remató de cabeza, fuera, el andaluz o el tiro, alto, de Rubén Martínez después de una buena acción colectiva. El Lealtad, sin embargo, con el paso de los minutos fue despejando el dominio de los locales y ralentizando el ímpetu de los futbolistas blanquirrojos que continuaban mirando hacia Tejero aunque de manera más esporádica. Así, Santos no encontró un compañero para rematar en boca de gol y Arnedo no acertó para direccionar el remate de cabeza a la salida de un córner.

La situación era clara. La UDL era infinitamente superior, generaba los espacios, circulaba con más o menos fluidez y desbordaba cuando había continuidad en los pases. Faltaba plasmar el dominio con un gol. Mientras llegaba, el Lealtad buscaba no atrincherarse, de ahí que presionara, pero una de dos o lo hacía a destiempo o los blanquirrojos movían el cuero con precisión para esquivar los obstáculos que les ponía el conjunto de Roberto Aguirre.

El caso es que el marcador no se movía. Se intuía que era cuestión de insistencia, pero es que Tejero no intervenía ni sufría. Faltaba la ocasión, la buena, en la que hubiera último pase y remate. Porque había intenciones y asistencias que no encontraban rematador. El choque, además, entró en una dinámica áspera. Aparecieron las tarjetas, hasta tres en cinco minutos –una de ellas para Rubén Martínez por supuestamente simular penalti-, y el ritmo fue decreciendo a medida que se cerraba la primera mitad.

Zubiri reemplazaba, tras el receso, a Ramiro. No varió la disposición de los riojanos que insistía en sus pretensiones, aunque las mejores oportunidades llegarían con espacios, justo lo que quería evitar Roberto Aguirre. Rayco caía dentro del área. Sigan. Ñoño marcaba, pero estaba invalidada por fuera de juego. Otro más. Había que cambiar algo. Salvador a escena por Muneta. El centrocampista le dio frescura. Se agradecía. Rayco ganaba en libertad, no estaba tan atado y la fluidez era mayor. En apenas unos instantes, la UDL había embotellado a su contrincante y se las veía para pisar campo ajeno.

Ñoño cruzaba en exceso ante Tejero. Salvador, desde la frontal, le hacía intervenir. Incluso el andaluz se topó con el portero de los asturianos momentos después Se entraba en la fase decisiva con buenas perspectivas. Entonces ocurrió lo impensable. Falta. Balón colgado desde casi el centro del campo y remate de Montero, que le ganó la partida a Caneda. Gol y a remar contracorriente. Otra vez un equipo de abajo se adelantaba a los blanquirrojos. Chamorro era la única posibilidad. Ese delantero más rematador que de movilidad y juego colectivo. Su presencia hasta condicionó el juego, un poco, de los locales. Más centros laterales que de costumbre, más golpeos directos para buscarlo, para que generara a sus compañeros.

Rayco tuvo el empate, pero Tejero estaba en su sitio. Chamorro también gozó de su momento. Pudo ser el debut soñado, con gol. Se quedó cerca con un remate, casi con el cogote, que había superado al meta asturiano. Lástima que se marchara por el lateral. Ahí acabaron las opciones de una UDL fiel a lo que le ha dado buenos números, que le llevó a recuperar la ilusión. Ahora hay 12 jornadas por delante para volver a los puestos de fase de ascenso -queda a 2 puntos-, para empezar una nueva racha -la próxima cita es el sábado en Tajonar ante Osasuna B- y para confirmar las buenas sensaciones de este 2018 más allá del tropiezo ante el Lealtad, otro equipo asturiano que se lleva la victoria de Las Gaunas.

FICHA TÉCNICA

UD Logroñés: Miguel; Miguel Santos (Chamorro, min. 78), Caneda, Ramiro (Zubiri, min. 46), Paredes; Arnedo; Rubén Martínez, Muneta (Salvador, min. 61), Rayco, Ñoño; y Espina.

Lealtad: Tejero; Keko Roza, Omar, Álex Blanco, Héctor Galiano; Álex Cruz, Rodri, Mendi, Robert (Agus Porto, min. 76); Iván Garrido (Montero, min. 61) y Jorge (Edu Payá, min. 87).

Gol: 0-1, min. 75: Montero.

Árbitro: Aimar Velasco Arbaiza (Comité Vasco). Amonestó a los locales Rubén Martínez (min. 37), Miguel Santos (min. 60) y Salvador (min. 91) y a los visitantes Álex Cruz (min. 33), Héctor Galiano (min. 38), Jorge (min. 83)

Incidencias: Alrededor de 4.000 espectadores en Las Gaunas, según informó el club organizador.

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