Viticultores gallegos enfadados porque una bodega riojana se lleva el 21% de sus ayudas

La bodega Ramón Bilbao, con sede en Haro, se ha llevado el 21% de las ayudas concedidas por la Xunta de Galicia para la reestructuración del viñedo en 2017. Ha recibido más de 156.000 euros no exentos de polémica, ya que los pequeños productores critican que las condiciones de acceso a las subvenciones benefician a las grandes bodegas.

Como ha recogido Público, el sindicato Labrego Galego ha denunciado que las condiciones para solicitar esas partidas hacen que los pequeños productores, sobre todo familias propietarias de modestas explotaciones, incluso pierdan dinero si finalmente reciben las subvenciones, con lo que prefieren no pedirlas. Y es que la Xunta exige que presenten las facturas de empresas externas por la mano de obra, cuando eran los propios viticultores lo que hacían esa labor, con lo que no pueden presentar esas facturas.

Se trata de ayudas para financiar la sustitución de vides viejas por cepas jóvenes y para reconvertir sus viñedos a otras variedades de uva y para mejorar la gestión de las plantaciones. Son subvenciones europeas que la Xunta gestiona.

Según el sindicato, esta política de ayudas estimula la concentración del sector vinícola en unas pocas bodegas de grandes dimensiones, “apoyadas por grandes capitales, a menudo foráneos”.