La madurez de saberse y ser superior

Rioja2

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Cuando uno es mejor, gana. Es la teoría. En la práctica, que se lo digan a la Unión Deportiva Logroñés de la primera vuelta, todo cambia. Sin embargo, desde hace unas jornadas, principalmente desde el comienzo de año, el equipo blanquirrojo ha experimentado un cambio sustancial que, por ejemplo, se vislumbró en Las Gaunas ante un Burgos temido por su intensidad, oficio y carácter defensivo. Los logroñeses, así lo certifican los resultados, está sabiendo cerrar los partidos. Lo consiguió hace siete días en Urritxe y lo confirmó este domingo con el triunfo convincente por 2-0. Un marcador que pudo variar, para un lado y para otro -todo hay que decirlo-, pero que evidenció que cuando se enfrenten dos propuestas divergentes es fundamental saber adaptarse, en algún momento, a lo que el rival te propone.

En esta ocasión, la UDL trata con mimo la pelota, le gusta educarla. El Burgos no es tan delicado, le da igual. Opta por otro medio para buscar el mismo fin. Hay fases de alternancia en las que lo importante es saber sufrir, por así plasmarlo, con lo que el adversario quiere. Ahí, le ganó el duelo el conjunto local. Supo dejarse querer, cambiar las tornas y buscar él los contragolpes. El cuadro burgalés, por el contrario, cuando tuvo la oportunidad de asociarse no encontró la lucidez necesaria para estar cómodo. De ahí que sólo hubo un momento -salvo acciones aisladas- en el que el conjunto de Patxi Salinas estuvo un peldaño por encima, nada más comenzar el segundo tiempo.

La grada disfrutó justo en esos minutos locos, de ida y vuelta, en las que las ocasiones, claras, se sucedieron. Ñoño y Espina pudieron encarrilar el partido. No lo hicieron y podía pensarse en un bajón colectivo. Arnedo se anticipaba para evitar el empate y Adrián Cruz, en su vuelta a Las Gaunas, estrellaba una falta en el larguero. Los de Sergio Rodríguez supieron recuperar sus señas de identidad para a través de la pelota reconquistar el control y, por ende, el encuentro en el momento que Ñoño fue más listo que el central visitante. Quién sabe si las experiencias negativas vividas durante la primera fase del campeonato, es decir, los 'palos' recibidos con goles encajados por errores, están sirviendo para que la UDL muestre cierta madurez no vista hasta ahora. Gracias a ello, los blanquirrojos suben a la quinta posición -la fase de ascenso sigue a 1 punto- y la tercera plaza ya no es una quimera, está a 4 puntos. Las posibilidades se amplían a la vez que la racha de jornadas sin perder, 8. Eso también ayuda a para haber encontrado esa madurez.

GOL DE ARNEDO

Sintomático. El Burgos dio su primer pase a los 4 minutos. Apenas encadenó una decena seguidos y vuelta a lo que tocaba. Es decir, esperar, ordenarse, trabajar y aprovechar un error en la elaboración. Como no llegaba, no le quedó otra que ir retrocediendo metros –y eso que cuando podían intentaba presionar arriba- para no dejar espacios en los que los blanquirrojos pudieran estar a gusto. Era un día para imprimir mucha velocidad al balón, sobre todo cuando el cuero llegaba a tres cuartas partes de campo. Quizá por eso veía a Muneta muy activo, abandonando el costado derecho para hacer daño ente líneas. La oscura labor de Espina también era importante, que no fajaba en ir de un lado a otro para generar espacios para sus compañeros.

¿El Burgos? Ahí estaba, expectante. Intentando ralentizar el ritmo cuando la pelota era suya. Pases de seguridad hasta que había riesgo, entonces juego directo y a por las segundas jugadas. Era la manera de ir pisando campo ajeno y de incluso sacar una falta lateral en la que hacer pensar a su adversario. Sin consecuencias. 13 minutos habían transcurrido. La réplica fue rápida. Instantánea. Muneta la pone de lujo, Arnedo aparece en el primer palo y cruza el esférico ante la estirada inútil de Saizar. Lo complejo, batir la mejor defensa del grupo se había logrado y, encima, a la primera.

El que debía arriesgar, si quería, era el cuadro de Patxi Salinas. El técnico vasco no modificó sus planes iniciales, aunque sus jugadores entendieron que para mejorar sus prestaciones debían asociarse con más continuidad. Así, hasta conseguir un córner y que Adrián Cruz enganchara un zurdazo que desvió Miguel. Hubo que esperar casi media hora para comprobar que era posible otro escenario en el que la UDL se dejara querer sin balón, en el que Adrián Cruz y Jagoba empezaran a tener más presencia que Salvador y Arnedo.

Eso no quitó para que Muneta, otra vez a balón parado y en la misma posición que en el gol, asistiera, esta vez al segundo palo, donde Rayco remató para poner el balón en la red. El fuera de juego del canario impidió que los blanquirrojos con tan poco encarrilaran el encuentro con plena eficacia. Los burgaleses habían dado un paso adelante. Querían construir, aunque les costaba un mundo porque la UDL, bien estructurada, tapaba bien y no se sentía agobiada. Es más, con esa dinámica, podía incluso aprovechar los espacios y amenazar con una contra por si había un robo. Claro que los visitantes rondaban y, de nuevo, Adrián Cruz puso en aprietos a Miguel en una falta escorada.

CARRUSEL DE OPORTUNIDADES

Momento para reorganizar ideas en la charla técnica. Algo debió pasar porque en el segundo tiempo, los primeros minutos, más parecían esos finales en los que se rompe el encuentro. Sucesión de ocasiones por uno y otro lado que no movieron el marcador. Ñoño no pudo batir a Saizar, falló y cuando lo hizo estaba en fuera de juego tras un pase del debutante Rubén Martínez –se quedó en la caseta Rayco por molestias musculares-. Sin respiro, Arnedo evitaba el empate anticipándose a Madrazo, listo para chutar a puerta vacía.

Espinaba gozaba, a continuación, de dos oportunidades: tiro desde la frontal y espuela que repelía Saizar con tino. En ese vaivén, Adrián Cruz la ponía en el larguero en una falta directa en una acción que motivó el enfado de Patxi Salinas, por cuanto reclamó la expulsión de Miguel Santos. El espectador no pestañeaba. Sin embargo, la UDL no debía estar contenta ni satisfecha. Cierto que había buscado el segundo, pero también podía haber encajado. Era necesario algo más de control y pausa en el juego, recuperar el mando a través de la posesión y no permitir que el Burgos llevase la contienda hacia sus intereses.

Se logró una vez que el cuadro burgalés bajó su ímpetu y su presencia en campo riojano. Además, la banda izquierda en la que estaba Ñoño iba a ser decisiva. Por ese perfil se presentó Paredes en el área para buscar a un compañero para empujarla. Miguel Santos llegó pero con tanta velocidad que no calibró el remate. Y después fue el extremo andaluz el que estuvo más listo que sus adversarios. Le robó el cuero a Sergio Esteban, le hizo un descosido a Ayoze y la picó para, ahora sí, superar a Saizar.

Patxi Salinas agotó los cambios en una medida ya desesperada que no dio sus frutos. La UDL dominó y se sintió a gusto hasta la conclusión. De esa manera, Sergio Rodríguez, que en la previa habló de revancha deportiva, se desquitó del mal día sufrido en El Plantío. No sólo eso, además el conjunto blanquirrojo no encaja en Las Gunas y confirma que está capacitado para estar en la 'pomada' del 'play off'.

FICHA TÉCNICA

UD Logroñés: Miguel; Miguel Santos, Caneda, Ramiro, Paredes; Muneta (Cifu, min. 87), Arnedo, Salvador, Ñoño (Sotillos, min. 80); Rayco (Rubén Martínez, min. 46) y Espina.

Burgos: Saizar; Andrés, Sergio Esteban, Ayoze, Eneko; David Martín, Adrián Cruz (Íker Hernández, min. 79), Jagoba, Madrazo (Blázquez, min. 79); Carlos Álvarez y Adrián Hernández (Chevi, min. 70).

Goles: 1-0, min. 15: Arnedo. 2-0, min. 73: Ñoño.

Árbitro: Albert Catalá Ferrán (Colegio Catalán). Amonestó a los locales Paredes (min. 49), Miguel Santos (min. 56), Ramiro (min. 60), Ñoño (min. 74) y Sotillos (min. 86) y a los visitantes David Martín (min. 32), Madrazo (min. 48) y Carlos Álvarez (min. 78).

Incidencias: 4.389 espectadores en Las Gaunas, según informó el club organizador.

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