Cuando el mejor chef de la historia se enamoró de las patatas con chorizo

Este sábado ha fallecido a los 91 años el chef de chef, Paul Bocuse. Está considerado por muchos como el mejor cocinero de la historia, fue el fundador de la nouvelle cuisine... y era un enamorado de las patatas con chorizo.

Como recuerda en El País su amigo Juan Mari Arzak, ambos fueron invitados a la celebración del primer centenario de las bodegas Cune, en Haro, en 1979. Allí Bocuse tuvo la oportunidad de probar las patatas con chorizo y se convirtieron en uno de sus platos preferidos: “Pero teniendo ustedes esto, para qué tengo que venir yo”, dijo.

Fue una comida de alto nivel, en la que el cubierto oscilaba entre las 16.000 y las 20.000 pesetas. Cune no escatimó en detalles para una banquete en el que Bocuse era la estrella invitada. Entre sus exigencias, un horno de convección de determinadas medidas para hacer sopa de trufas a 250 grados y etiquetas de la casa para colocar debajo de las soperas de porcelana, que luego regaló a los comensales con un lazo de la bandera francesa y bombones.

La mañana de la comida, Bocuse y su equipo comieron patatas con chorizo preparadas por Pilar Grandival, la cocinera de Cune. “Son ustedes tontos -dijo Bocuse-, porque esto está mucho mejor que lo que les voy a dar luego”.

El chef no cobró nada, sólo los platos al precio de su restaurante y los gastos de desplazamiento. Todas las materias primas, menos las fresas, que eran de Albelda de Iregua (Logroño) y el pan, de Haro, vinieron desde casa de Bocuse, en Lyon.

Bocuse salió a ser aplaudido y resaltó que “era un placer venir a un país que tiene vinos, porque es señal de que se come bien. Ahí están los chinos, que tienen esa comida porque no tienen vinos”. También advirtió a los viticultores franceses de que tuvieran cuidado “porque tienen mucha competencia”.