El alma de vecindario antiguo de la judería de Calahorra

El alma de vecindario antiguo de la judería de Calahorra

Rioja2

0

El barrio judío de Calahorra, pese a no estar entre los más famosos de España, tiene un encanto especial, ya que es de los pocos que conserva su alma de vecindario antiguo. Así lo cree que el fotógrafo Rodolfo Contreras, que, en su blog de viajes elviajedephotographyto.com, ha hecho una parada en la localidad riojabajeña para admirar su judería.

Como indica en el blog, Calahorra tiene un emplazamiento privilegiado, entre los ríos Ebro y Cidacos y fue siglos atrás un lugar próspero, con gran dinamismo comercial y riqueza agrícola, por lo que su judería se convirtió en la ciudad más importante de La Rioja.

Este barrio es hoy un área de calles curvas, algunas sin salida, con casas bajas y patio interior. Se han encontrado túneles y pasadizos en muchas de ellas. Los primeros asentamientos de judíos en las tierras del Ebro Medio datan del siglo II, aunque en Calahorra no se tienen registros de ellos hasta el siglo XI, al aparecer en contratos de compraventa de inmuebles.

La comunidad judía de Calahorra vivió una época de esplendor del siglo XI al XIV. Se les concedieron fueros específicos y algunos de ellos llegaron a ocupar cargos públicos de importancia.

En aquel momento, el barrio calagurritano era una auténtica ciudadela, comunicada con el exterior por la Puerta de la Judería. El viaje en el tiempo que el fotógrafo propone nos lleva hasta la antigua sinagoga o hasta un precioso mirador en la calle Cabezo. Los nombres de las calles, Sastre o Horno, recuerdan a las actividades que los judíos realizaban en ellas. Eran unas 500 personas de un total de 4.000.

Sin embargo, la guerra entre el rey Pedro I y su hermanastro Enrique de Trastámara trajo medidas antijudías. Además, los judíos sufrieron menos las consecuencias de la peste, por su higiene y alimentación, pero los cristianos les hicieron responsables de la plaga y tuvieron que emigrar a Navarra. Así hasta 1492, cuando fueron expulsados y, los que decidieron quedarse se convirtieron, entre las suspicacias de los fieles cristianos.

Una visita cargada de encanto que culmina en la catedral, donde se conservan unos fragmentos originales de una Torá.

Etiquetas
stats